...y pasa de nuevo
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ONE WORLD SYNDICATE :: Rol on. :: Peleas
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...y pasa de nuevo
...y pasa de nuevo-¡MUERE MORGA...!-Su grito queda atrapado de pronto por una luz repentina que la enceguece y para cuando blande su espada en llamas, el poder de su ataque queda en un vacío desconcertante; flamas disparadas de su mandoble, caen contra la tierra que es impactada con tanta violencia que se levanta por pedazos-...ah...lanza un gemido bajo, mientras, intenta discernir por entre la visera del yelmo los alrededores. Está en un sitio completamente desconocido...la cabeza empieza a darle vueltas...sencillamente no entiende nada, hace un segundo, estaba en una acalorada batalla con su hermana y ahora, de nuevo, como aquella vez, aparece lejos de la Liga de las Leyendas en otro mundo desconocido.
La respiración se le acelera, toma con fuerza su arma, empuñada en la diestra...el vapor de cada una de sus exhaladas chocando contra el metal del casco de su armadura, sirve para nublar más su visión, y aunque trata...no puede, no entiende...una vorágine de pensamientos le dificultan razonar; abre los ojos exacerbadamente...ahora, la espada que tanto tiempo la ha acompañado, que se ha convertido literalmente en una extremidad para ella, le pesa.
La escena, en aquella jungla, en aquellas ruinas antiquísimas, específicamente, es bastante conmovedora...¿Qué es...es un ángel quizá, que caído del cielo, se lamenta? De su espalda, en un contraste rarísimo con su armadura dorada, surgen un par de alas de más de tres metros de envergadura, que aunque siempre está moviendo casi inconscientemente- pues es rara la vez que se la ve desplazándose de otra manera- ahora cesan con su aleteo y la llevan a tocar tierra-...¿Qué está pasando?...-lanza la angélica criatura ancestral, mientras sigue intentando estudiar el panorama que la rodea en lo que parece ser un ambiente vespertino y de fábula.
La respiración se le acelera, toma con fuerza su arma, empuñada en la diestra...el vapor de cada una de sus exhaladas chocando contra el metal del casco de su armadura, sirve para nublar más su visión, y aunque trata...no puede, no entiende...una vorágine de pensamientos le dificultan razonar; abre los ojos exacerbadamente...ahora, la espada que tanto tiempo la ha acompañado, que se ha convertido literalmente en una extremidad para ella, le pesa.
La escena, en aquella jungla, en aquellas ruinas antiquísimas, específicamente, es bastante conmovedora...¿Qué es...es un ángel quizá, que caído del cielo, se lamenta? De su espalda, en un contraste rarísimo con su armadura dorada, surgen un par de alas de más de tres metros de envergadura, que aunque siempre está moviendo casi inconscientemente- pues es rara la vez que se la ve desplazándose de otra manera- ahora cesan con su aleteo y la llevan a tocar tierra-...¿Qué está pasando?...-lanza la angélica criatura ancestral, mientras sigue intentando estudiar el panorama que la rodea en lo que parece ser un ambiente vespertino y de fábula.
- Kayle:
- stage:
The_Void- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 02/04/2014
Re: ...y pasa de nuevo
.... Momentos antes ....
Clop... clop... clop... Las pezuñas de un corcel negro chocaban contra el apedreado camino. Apesar de los miles de años que estas ruinas habian sido abandonadas, la magia empleada en su construccion habia hecho que las ruinas perdurasen contra la fuerza conquistora de la selva natural. Las junglas sagradas de este lugar dominaban el terreno por cien kilometros en cada direccion. En el pasado hubo intentos de masacrar los arboles pero la magia del templo les ortogo una proteccion divina y los animales y las plantas de la se levantaron en defensa de su hogar. Aquella magia habia disminuido en poder, pero seguia siendo un lugar repleto de peligro para la mayoria de seres vivos excepto, quizas, los elfos.
Aquel corcel era completamente negro y enorme, midiendo casi dos metros de altura al hombro. Musculos potentes se deslizaban debajo de su pelaje, haciendo relucir los largos cabellos de la bestia con cada movimiento. Sus ojos eran igual de oscuros y el blanco de sus ojos apenas visible. Fuertes ventiscas de aire se disparaban de sus narices como geiseres, mostrando una gran agresividad apenas contenido por su jinete. Por ultimo el corcel vestia varias bolsas sobre su cuerpo que ocupaban comida y utensilios para largos viajes.
Sobre el caballo venia sentado una forma que a primera vista podria confundirse con un humano. A comparacion con el corcel, este ser era pequeño en comparacion midiendo apenas un metro setenta. Traia puesto una larga gabardina negra que ocultaba la mayoria de su cuerpo, pero entre la tela, donde daba el sol, se podia ver el leve brillo del metal que componia una armadura. Los pies del jinete caian hacia cada lado del corcel, sobrepasando el limite de la gabrdina y revelando una grisacea armadura. A cada lado de su cadera dos finas espadas que curvaban de forma casi liquida. Estas espadas, al igual que su armadura, eran hechas obviamente por elfos por lo cual serian extremadamente resistentes al igual que extremadamente ligeras. Sobre su espalda el ser traia un arco y su correspondiente carcajad repleto de flechas. Las manos enguantadas sostenian las riendas de su bestia de carga, dirigiendolo por el camino apedreado hacia el interior del sagrado bosque en busca del templo. La gabardina ocultaba la mayoria del rostro del ser exceptuando su boca y barbilla. Su piel era palida, pero no por falta de sol sino por una leve luz interna que parecia intentar escapar atraves de su piel. Este efecto no era muy notable a la luz del dia pero en lugares oscuros o por la noche se notaria mas. Sus labios rojos, obviamente femeninos, parecian dos petalos sobre una nieve fresca.
- Fuin.- dijo de pronto una voz femenina producida por aquellos labios. El corcel a reconocer su nombre se devtuvo y agito la cabeza, relinchando por un breve momento. Ignorando la queja de su montadura, la mujer se deslizo de el, cayendo al sueno con un pequeño e insonoro salto.
La mano derecha se alzo para hechar para atras la capucha de su gabardina revelando el rosto de Aruithil. Compaginando con su tez blanca y labios rosados, el cabello largo de la elfa era un negro oscuro como el plumaje de un cuervo. Descendio con rebeldia sobre los hombros de Aruithil y por la espalda, apesar de desaparecer en su gabardina, caeria hasta llegar al omoplato. Tal y como todos los de su raza, los elfos, Aruithil poseia orejas alargadas y puntiagudas como una hoja. La faceta mas notable de Aruithil eran sus ojos; llamas de intensidad purificadas en dos joyas verdes que resplandecian con la mas minima caricia de luz (similar al de efecto en los ojos de gatos).
- Esperamente aqui al menos que te llame,- le dijo a Fuin. De nuevo el corcel relincho pero, de nuevo, Aruithil lo ignoro.
Cruzo el puente frente a ella, andando cuidadosamente por si habia algun peligro o trampa que los constructores del templo habian dejado tras ellos. Vides crecian entre las piedras del templo recorriendolo como venas de un ser enorme. Arboles se estiraban hacia el cielo como torres de hasta cincuenta metros de altura al rededor del templo haciendo que solo rayos especificos de luz cayesen sobre la arquitectura. Bajo el puente corria un rio, serpenteando al rededor del templo y aislandolo del bosque. La isla donde residia el templo seria como mucho unos 100 metros cuadrados y el templo, el cual tenia al menos dos pisos, en si ocuparia el ochenta porciento de la isleta.
Por fin termino de cruzar y se detuvo en la entrada del templo. Una boca oscura la invitaba a entrar, pero la sensacion de ser tragada por aquel arco le dio pausa. Intento mirar adentro, afinando su vista a la oscuridad pero sin lograr su objetivo. O no habia nada, o una magia protectora impedia la vista de Aruithil. No habia mas remedio. Respiro hondo y entro.
Una luz envolvio a la elfa por un segundo, haciendo que todo el templo harmonizase. Una fisura de luz se abrio de la nada y de este hueco... dimensional? espiritual? Aruithil no tenia ni idea. De estea fisura aprecio la figura alada.
Aruithil inmediatamente salto hacia atras, creando un espacio de quince metros entre los dos. "Debe ser el guardian del templo," penso para si misma, fijando su mirada en el ser. La leve confusion por la pregunta del guardian (o eso asumia Aruithil que era) seria borrado por la afilada mente de la elfa al prepararse para cualquier ataque de parte de este ser. Quien fuera que creo este templo... Aruithil endurecio su mente.
- No tengo tiempo para esto...- murmuro para si misma.
Clop... clop... clop... Las pezuñas de un corcel negro chocaban contra el apedreado camino. Apesar de los miles de años que estas ruinas habian sido abandonadas, la magia empleada en su construccion habia hecho que las ruinas perdurasen contra la fuerza conquistora de la selva natural. Las junglas sagradas de este lugar dominaban el terreno por cien kilometros en cada direccion. En el pasado hubo intentos de masacrar los arboles pero la magia del templo les ortogo una proteccion divina y los animales y las plantas de la se levantaron en defensa de su hogar. Aquella magia habia disminuido en poder, pero seguia siendo un lugar repleto de peligro para la mayoria de seres vivos excepto, quizas, los elfos.
Aquel corcel era completamente negro y enorme, midiendo casi dos metros de altura al hombro. Musculos potentes se deslizaban debajo de su pelaje, haciendo relucir los largos cabellos de la bestia con cada movimiento. Sus ojos eran igual de oscuros y el blanco de sus ojos apenas visible. Fuertes ventiscas de aire se disparaban de sus narices como geiseres, mostrando una gran agresividad apenas contenido por su jinete. Por ultimo el corcel vestia varias bolsas sobre su cuerpo que ocupaban comida y utensilios para largos viajes.
Sobre el caballo venia sentado una forma que a primera vista podria confundirse con un humano. A comparacion con el corcel, este ser era pequeño en comparacion midiendo apenas un metro setenta. Traia puesto una larga gabardina negra que ocultaba la mayoria de su cuerpo, pero entre la tela, donde daba el sol, se podia ver el leve brillo del metal que componia una armadura. Los pies del jinete caian hacia cada lado del corcel, sobrepasando el limite de la gabrdina y revelando una grisacea armadura. A cada lado de su cadera dos finas espadas que curvaban de forma casi liquida. Estas espadas, al igual que su armadura, eran hechas obviamente por elfos por lo cual serian extremadamente resistentes al igual que extremadamente ligeras. Sobre su espalda el ser traia un arco y su correspondiente carcajad repleto de flechas. Las manos enguantadas sostenian las riendas de su bestia de carga, dirigiendolo por el camino apedreado hacia el interior del sagrado bosque en busca del templo. La gabardina ocultaba la mayoria del rostro del ser exceptuando su boca y barbilla. Su piel era palida, pero no por falta de sol sino por una leve luz interna que parecia intentar escapar atraves de su piel. Este efecto no era muy notable a la luz del dia pero en lugares oscuros o por la noche se notaria mas. Sus labios rojos, obviamente femeninos, parecian dos petalos sobre una nieve fresca.
- Fuin.- dijo de pronto una voz femenina producida por aquellos labios. El corcel a reconocer su nombre se devtuvo y agito la cabeza, relinchando por un breve momento. Ignorando la queja de su montadura, la mujer se deslizo de el, cayendo al sueno con un pequeño e insonoro salto.
La mano derecha se alzo para hechar para atras la capucha de su gabardina revelando el rosto de Aruithil. Compaginando con su tez blanca y labios rosados, el cabello largo de la elfa era un negro oscuro como el plumaje de un cuervo. Descendio con rebeldia sobre los hombros de Aruithil y por la espalda, apesar de desaparecer en su gabardina, caeria hasta llegar al omoplato. Tal y como todos los de su raza, los elfos, Aruithil poseia orejas alargadas y puntiagudas como una hoja. La faceta mas notable de Aruithil eran sus ojos; llamas de intensidad purificadas en dos joyas verdes que resplandecian con la mas minima caricia de luz (similar al de efecto en los ojos de gatos).
- Esperamente aqui al menos que te llame,- le dijo a Fuin. De nuevo el corcel relincho pero, de nuevo, Aruithil lo ignoro.
Cruzo el puente frente a ella, andando cuidadosamente por si habia algun peligro o trampa que los constructores del templo habian dejado tras ellos. Vides crecian entre las piedras del templo recorriendolo como venas de un ser enorme. Arboles se estiraban hacia el cielo como torres de hasta cincuenta metros de altura al rededor del templo haciendo que solo rayos especificos de luz cayesen sobre la arquitectura. Bajo el puente corria un rio, serpenteando al rededor del templo y aislandolo del bosque. La isla donde residia el templo seria como mucho unos 100 metros cuadrados y el templo, el cual tenia al menos dos pisos, en si ocuparia el ochenta porciento de la isleta.
Por fin termino de cruzar y se detuvo en la entrada del templo. Una boca oscura la invitaba a entrar, pero la sensacion de ser tragada por aquel arco le dio pausa. Intento mirar adentro, afinando su vista a la oscuridad pero sin lograr su objetivo. O no habia nada, o una magia protectora impedia la vista de Aruithil. No habia mas remedio. Respiro hondo y entro.
Una luz envolvio a la elfa por un segundo, haciendo que todo el templo harmonizase. Una fisura de luz se abrio de la nada y de este hueco... dimensional? espiritual? Aruithil no tenia ni idea. De estea fisura aprecio la figura alada.
Aruithil inmediatamente salto hacia atras, creando un espacio de quince metros entre los dos. "Debe ser el guardian del templo," penso para si misma, fijando su mirada en el ser. La leve confusion por la pregunta del guardian (o eso asumia Aruithil que era) seria borrado por la afilada mente de la elfa al prepararse para cualquier ataque de parte de este ser. Quien fuera que creo este templo... Aruithil endurecio su mente.
- No tengo tiempo para esto...- murmuro para si misma.
The Rogue- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 01/04/2014
Re: ...y pasa de nuevo
De pronto una voz llamó su atención...apretó la mandíbula y giró el rostro hacia donde provenía el sonido. Su mente estaba tan confundida...en realidad, no tenía idea de quien era aquella, mujer...sólo...sólo sus ojos celestes, ocultos tras la gran T que conformaba la visera del yelmo, la escrutaron con maneras predadoras, como intentando desvestirla...tratando de desentrañar el misterio de su llegada al misterioso recinto...¡Sí! ella debía saber algo, ella debía tener la respuesta...después de todo, estaba la respuesta a la interrogante que había soltado al vacío...maldita confabulación contra sus planes de restaurar el orden en su mítico universo-¿Tiempo...?-Su voz era gruesa, pero también femenina, y esto, aunado al hecho de que su armadura dorada, la cual resplandecía cual sol en poniente, tenía la forma de unos senos en el peto, hacía denotar que tenía al menos aspecto de mujer bajo toda aquella coraza mítica-Es mejor que dejes de hacer demandas y me digas...¿Por qué me haz traído hasta aquí...? De no ser así...-
Una muy sutil brisa pasó de pronto por entre las leves separaciones que dejaban los ladrillos que construían los marcos que rodeaban la estancia, generando un silbido, como un gemido de dolor leve arrancado de los muros ya cansados por las edades que les habían caído encima; el penacho rojo que traía en el casco se le bamboleó de lado a lado, y pudo sentir, casi como si fuera su propia piel, el leve tacto del aliento eólico rozando el cuerpo metálico de la armadura. La pausa que hizo le sirvió para levantar sólo con la mano diestra la espada gigante...ella, era mucho más alta, medía aproximadamente uno ochenta de estatura ahí, sobre el suelo, como estaba...y con las alas rosáceas extendidas de lado a lado, se hacía con una figura más imponente. La espada tenía la punta roma, casi cuadrada, terminaba con la forma de un diamante y dentro de ese diamante, estaba lo que parecía ser un rubí del que nacía un ahondamiento que partía hacia el mango y en este, había otro rubí de menor tamaño que parecía un gemelo poco vigoroso, pero igual de brillante, que el de la punta-...tendré que impartir mi justicia, y será letal...-completó la oración con una resolución vibrante.
El faldón de la armadura estaba separado por una serie de telas que se enredaban en sus amplias caderas a manera de crear una prenda que pendía al final, frente a ella, en un largo listón que le caía hasta las rodillas aproximadamente. Pronto, el maná comenzó a hervirle en las venas, pero ella se mantenía imperturbable, apuntando con el arma a la otra criatura, mientras el calor de su cuerpo se acrecentaba con el pasar de los segundos.
Una muy sutil brisa pasó de pronto por entre las leves separaciones que dejaban los ladrillos que construían los marcos que rodeaban la estancia, generando un silbido, como un gemido de dolor leve arrancado de los muros ya cansados por las edades que les habían caído encima; el penacho rojo que traía en el casco se le bamboleó de lado a lado, y pudo sentir, casi como si fuera su propia piel, el leve tacto del aliento eólico rozando el cuerpo metálico de la armadura. La pausa que hizo le sirvió para levantar sólo con la mano diestra la espada gigante...ella, era mucho más alta, medía aproximadamente uno ochenta de estatura ahí, sobre el suelo, como estaba...y con las alas rosáceas extendidas de lado a lado, se hacía con una figura más imponente. La espada tenía la punta roma, casi cuadrada, terminaba con la forma de un diamante y dentro de ese diamante, estaba lo que parecía ser un rubí del que nacía un ahondamiento que partía hacia el mango y en este, había otro rubí de menor tamaño que parecía un gemelo poco vigoroso, pero igual de brillante, que el de la punta-...tendré que impartir mi justicia, y será letal...-completó la oración con una resolución vibrante.
El faldón de la armadura estaba separado por una serie de telas que se enredaban en sus amplias caderas a manera de crear una prenda que pendía al final, frente a ella, en un largo listón que le caía hasta las rodillas aproximadamente. Pronto, el maná comenzó a hervirle en las venas, pero ella se mantenía imperturbable, apuntando con el arma a la otra criatura, mientras el calor de su cuerpo se acrecentaba con el pasar de los segundos.
The_Void- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 02/04/2014
Re: ...y pasa de nuevo
No se molesto en responder. Aruithil no sabia la respuesta a su pregunta, ni le importaba. Solo queria llegar al interior de aquel lugar... aquel lugar que podria tener aquello que llevaba tanto tiempo buscando. No sentia ninguna lastima por aquella mujer alada. Incluso iba a ignorarla hasta que esta la amenazo.
La mirada de Aruithil se entrecerro. - Justicia?- pregunto, llevando su diestra hasta sus hombros y apartando la gabardina hacia atras para que esta pareciese mas una capa. Al apartar la prenda revelo ambas espadas elficas y el Cuerno de Gondor que tenia atado a la cintura. Su armadura quedaria completamente a la vista tambien, un color plata oscuro con la imagen dorada de la cabeza de un Balrog en su pecho. Hombros, brazos, pecho, caderas, piernas y pies estaban cubiertos de esta armadura de origen elfico. - No eres quien para juzgarme. Quien te crees? Un monstruo alado... Otro de los juguetes de Morgoth? Terminare tu cobarde existencia si osas detenerme!-
Blandio su espada con la mano derecha y apunto directamente al ser alado, su mirada tan determinada como nunca. Podia sentir el poder de los Primogenitos hijos de Eru fluyendo por su cuerpo. - Esta es tu ultima oportunidad,- anuncio. - Apartate o muere aqui, monstruo!-
La mirada de Aruithil se entrecerro. - Justicia?- pregunto, llevando su diestra hasta sus hombros y apartando la gabardina hacia atras para que esta pareciese mas una capa. Al apartar la prenda revelo ambas espadas elficas y el Cuerno de Gondor que tenia atado a la cintura. Su armadura quedaria completamente a la vista tambien, un color plata oscuro con la imagen dorada de la cabeza de un Balrog en su pecho. Hombros, brazos, pecho, caderas, piernas y pies estaban cubiertos de esta armadura de origen elfico. - No eres quien para juzgarme. Quien te crees? Un monstruo alado... Otro de los juguetes de Morgoth? Terminare tu cobarde existencia si osas detenerme!-
Blandio su espada con la mano derecha y apunto directamente al ser alado, su mirada tan determinada como nunca. Podia sentir el poder de los Primogenitos hijos de Eru fluyendo por su cuerpo. - Esta es tu ultima oportunidad,- anuncio. - Apartate o muere aqui, monstruo!-
The Rogue- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 01/04/2014
Re: ...y pasa de nuevo
Era aquello un insulto...ella, era una de los más antiguos seres de cualquier universo conocido y su poder, hacía huir a huestes enteras de criaturas malignas y de poderosísimos señores del terror, era una campeona en los campos de la justicia...no podía permitir que la frágil criatura simplemente la retara. Sus alas se extendieron a más no poder, le daban un aspecto intimidante, era enorme. Su mana, estaba ya activo, fluyendo por su espíritu, recorriéndola.
De un aleteo hacia abajo, se elevó del suelo. Tenía los ojos fijos en la mujer, rápidamente sus pies se elevaron un metro del suelo, el mandoble enjoyado aún apuntaba a la futura antagonista-Tu lo haz decidido mujercita...-Ascendió un metro más, e inclinó el cuerpo hacia adelante, con las alas en un movimiento de vaivén constante, independiente, hasta que de pronto, sin mucho pensarlo, detuvo el accionar armonioso de sus plumíferas extremidades y en cambio, las lanzó hacia atrás de manera violenta, impulsandose hacia abajo, como en picada, hacia su rival-¡Contempla tu eliminación!-Exclamó con voz resonante, mientras retraía el brazo con el que sostenía el espadón legendario en un arco que llevó el filo del arma por sobre su hombro izquierdo, y cuando estuvo lo bastante cerca, tomando en cuenta la gran longitud del arma, pero con la suficiente habilidad-como si manipulara un florete- lanzó un corte brutal en descenso de lado a lado hacia el cuello de la pelinegro, poniendo rígidas las alas para frenar el peso de su caída y hacer más intempestivo su accionar. La visión, por entre su yelmo, es bastante buena, de hecho, se siente tan cómoda con él...que podría estar días enteros y mantenerse atenta en lucha, sin perder rango de visión alguno, mientras lo usa...
De un aleteo hacia abajo, se elevó del suelo. Tenía los ojos fijos en la mujer, rápidamente sus pies se elevaron un metro del suelo, el mandoble enjoyado aún apuntaba a la futura antagonista-Tu lo haz decidido mujercita...-Ascendió un metro más, e inclinó el cuerpo hacia adelante, con las alas en un movimiento de vaivén constante, independiente, hasta que de pronto, sin mucho pensarlo, detuvo el accionar armonioso de sus plumíferas extremidades y en cambio, las lanzó hacia atrás de manera violenta, impulsandose hacia abajo, como en picada, hacia su rival-¡Contempla tu eliminación!-Exclamó con voz resonante, mientras retraía el brazo con el que sostenía el espadón legendario en un arco que llevó el filo del arma por sobre su hombro izquierdo, y cuando estuvo lo bastante cerca, tomando en cuenta la gran longitud del arma, pero con la suficiente habilidad-como si manipulara un florete- lanzó un corte brutal en descenso de lado a lado hacia el cuello de la pelinegro, poniendo rígidas las alas para frenar el peso de su caída y hacer más intempestivo su accionar. La visión, por entre su yelmo, es bastante buena, de hecho, se siente tan cómoda con él...que podría estar días enteros y mantenerse atenta en lucha, sin perder rango de visión alguno, mientras lo usa...
The_Void- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 02/04/2014
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