¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
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Libra no Anais
Mirajane Strauss
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¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
-Con un leve movimiento de mis tersos dedos de fémina que se deslizaban con gracia y un atractivo peculiar que solo su presencia podría originar entre aquel extenso teatro proscenio con la capacidad suficiente para todo personal en el grupo.
Como si se tratase de una agraciada musa con bellas y cautivadoras notas musicales que transmiten el movimiento de las seis cuerdas de una guitarra cuya fina madera relucía y reflejaba la sombra de la caricia entre el compás.
La caja de resonancia de la guitarra mencionada se encontraba reposando sobre las piernas cruzadas de una elegante… fina… e incluso atractiva joven de hermosas facciones en su rostro amable y gentil; sujetando con firmeza del mástil de aquel instrumento que se deleitaba entre delicadeza de su desnuda y pálida mano diestra mientras con su zurda mantenía el movimiento constante generando un sonido tan tranquilo y sereno como las olas de un viento agitado sobre el cañaveral…
Cerrados parpados descansando sobre la pestaña inferior en los ojos que ocultaba la muy culta fémina, que portaba un hermoso y color marrón vestido largo, tan largo que llegaba hasta los pálidos y sensuales tobillos de sus pies desnudos, carente de mangas, se puede apreciar aquella vestimenta sobre la desnudez de sus brazos…
Sus tanto extensos como blancos cabellos adornaban y enmarcaban su tierno rostro hasta cubrir parte de sus hombros y llegar a su voluptuoso busto, un rasgo muy llamativo y distintivo se puede apreciar en la parte superior cuya corta coleta de caballo es sujetada mediante una recopilación en un ligero tirante que ata el cabello que cubre su frente.
Así una voz angelical sin clamor alguno quebranta el silencio de sus acallados labios…
“Samishisa… ni yureru omoi wa…” –Fluyendo aquel canto como la brisa entre el sonar de un sereno océano azul…
“Hitomi tojireba… anata wo omoidasu no…” –Coordinando su majestuoso canto conforme el sonido y las notas entre las cuerdas templadas de aquella guitarra, se expresaban tan autónomas como tan libertinas…
“…Yasashisa ni tsutsumaretetai…
Koko ni ima sugu ai ni kitekureru ka na
Song for you kokoro ni hibiku uta wo
Love for me shizuka ni dakishimete ne…” –Conservando un leve silencio al terminar el eco de su ultimo verso… para así abrir sus parpados y mostrar la hermosura de sus azulados ojos como el mar, reflejando la luminosidad del teatro sobre sus brillantinas pupilas, elevando el tono de la voz con determinación y presunción, sin perder su ligereza, gracia o tan siquiera lo armonización con las notas de su guitarra.
“!!…noru negai wa anata wo aisuru koto
Itsumademo dokomademo soba ni itakute
Nemurenu yoru wa futari de irareta nara
Setsunasamo samishisamo kowaku nai kara...!!” –Sus Mejillas expresaban un leve rubor al terminar la estrofa con eco y entonación en las últimas letras “RA”.
Elevando aquel brazo zurdo con firme decisión para empuñar la palma de su mano y extender únicamente su dedo índice y pulgar, convirtiendo la expresión de su rostro en felicidad dejando ver una sonrisa que enardece, que alegra, que da vida, que brilla, que es mágica, que enamora, que sonroja, que es dulce, preciosa y divina.
Exclamando con voz ferviente, radiante y magnifica que logra elevar los altos estándares que otorgan la bienvenida a todos los miembros del grupo.
“¡¡Bienvenidos sean todos!! Mis compañeros y ante todo… ¡Mis amigos!” –La chica de preciosa apariencia, ahora conocida como Mirajane, desciende con brío sobre el auge de sus palabras que vuelven a dar vida al sonido de aquellas cuerdas melódicas para continuar así con su canto armónico y afinado.-
Como si se tratase de una agraciada musa con bellas y cautivadoras notas musicales que transmiten el movimiento de las seis cuerdas de una guitarra cuya fina madera relucía y reflejaba la sombra de la caricia entre el compás.
La caja de resonancia de la guitarra mencionada se encontraba reposando sobre las piernas cruzadas de una elegante… fina… e incluso atractiva joven de hermosas facciones en su rostro amable y gentil; sujetando con firmeza del mástil de aquel instrumento que se deleitaba entre delicadeza de su desnuda y pálida mano diestra mientras con su zurda mantenía el movimiento constante generando un sonido tan tranquilo y sereno como las olas de un viento agitado sobre el cañaveral…
Cerrados parpados descansando sobre la pestaña inferior en los ojos que ocultaba la muy culta fémina, que portaba un hermoso y color marrón vestido largo, tan largo que llegaba hasta los pálidos y sensuales tobillos de sus pies desnudos, carente de mangas, se puede apreciar aquella vestimenta sobre la desnudez de sus brazos…
Sus tanto extensos como blancos cabellos adornaban y enmarcaban su tierno rostro hasta cubrir parte de sus hombros y llegar a su voluptuoso busto, un rasgo muy llamativo y distintivo se puede apreciar en la parte superior cuya corta coleta de caballo es sujetada mediante una recopilación en un ligero tirante que ata el cabello que cubre su frente.
Así una voz angelical sin clamor alguno quebranta el silencio de sus acallados labios…
“Samishisa… ni yureru omoi wa…” –Fluyendo aquel canto como la brisa entre el sonar de un sereno océano azul…
“Hitomi tojireba… anata wo omoidasu no…” –Coordinando su majestuoso canto conforme el sonido y las notas entre las cuerdas templadas de aquella guitarra, se expresaban tan autónomas como tan libertinas…
“…Yasashisa ni tsutsumaretetai…
Koko ni ima sugu ai ni kitekureru ka na
Song for you kokoro ni hibiku uta wo
Love for me shizuka ni dakishimete ne…” –Conservando un leve silencio al terminar el eco de su ultimo verso… para así abrir sus parpados y mostrar la hermosura de sus azulados ojos como el mar, reflejando la luminosidad del teatro sobre sus brillantinas pupilas, elevando el tono de la voz con determinación y presunción, sin perder su ligereza, gracia o tan siquiera lo armonización con las notas de su guitarra.
“!!…noru negai wa anata wo aisuru koto
Itsumademo dokomademo soba ni itakute
Nemurenu yoru wa futari de irareta nara
Setsunasamo samishisamo kowaku nai kara...!!” –Sus Mejillas expresaban un leve rubor al terminar la estrofa con eco y entonación en las últimas letras “RA”.
Elevando aquel brazo zurdo con firme decisión para empuñar la palma de su mano y extender únicamente su dedo índice y pulgar, convirtiendo la expresión de su rostro en felicidad dejando ver una sonrisa que enardece, que alegra, que da vida, que brilla, que es mágica, que enamora, que sonroja, que es dulce, preciosa y divina.
Exclamando con voz ferviente, radiante y magnifica que logra elevar los altos estándares que otorgan la bienvenida a todos los miembros del grupo.
“¡¡Bienvenidos sean todos!! Mis compañeros y ante todo… ¡Mis amigos!” –La chica de preciosa apariencia, ahora conocida como Mirajane, desciende con brío sobre el auge de sus palabras que vuelven a dar vida al sonido de aquellas cuerdas melódicas para continuar así con su canto armónico y afinado.-
Mirajane Strauss- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 02/04/2014
Edad : 33
Localización : Ultimecia Castle
Re: ¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
En el último rincón de aquel teatro se encuentra una joven de unos 20 años de edad, observaba y escuchaba a aquella joven que cantaba en el escenario, la melodiosa voz y la melodía de aquel instrumento daba un momento de tranquilidad a su cansado cuerpo, sin importar mucho lo que otros pudieran pensar decidió sentarse en el piso, su cabeza apoyada en la pared y con los parpados cerrados, solo se dedico a escuchar a la joven. Se encontraba envuelta en una amplia y larga capa negra, que le cubría de la cabeza hasta los pies, aquella vestimenta solo servía para ocultar la armadura que llevaba puesta.
Tras escuchar a la joven el terminar de interpretar aquella canción se levanta procurando con mucho cuidado de que su armadura estuviera bien protegida y así también proteger su identidad, observa hacia todos lados y suspira.
Tras escuchar a la joven el terminar de interpretar aquella canción se levanta procurando con mucho cuidado de que su armadura estuviera bien protegida y así también proteger su identidad, observa hacia todos lados y suspira.
Última edición por Libra no Anais el Dom Abr 13, 2014 11:21 pm, editado 1 vez
Libra no Anais- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 11/04/2014
Edad : 37
Localización : China, Lushan
Re: ¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
Si, allí se encontraba aquel apuesto hombre sentado en una butaca, solitario como de costumbre. Sus luceros esmeraldas se encontraban clavados en el espectáculo musical de la peliblanca, realmente poseía una hermosa voz. Aquel desconocido posaría de forma instintiva su diestra sobre su frente para apartar un par de sus flecos rubios que empezaban a entorpecer su vista y por lo tanto el espectáculo —al menos para el—. Su vestimenta constaba de: un suéter rojo de cuello en "v", sobre el mismo traía un saco negro no tan formal, un pantalón negro y finalmente unos zapatos negros bastante elegantes, siempre vestía así, quizás siempre daba al impresión de que estaba muy bien vestido en todos lados —aunque el suéter le da un aíre más informal—.
Justo en el momento que la albina pronuncio aquellas palabras el rubio sonrío con amplitud y aplaudió, por alguna razón aquel lugar empezaba a parecer más un "hogar" o al menos así lo veía el, culminaría aquel aplauso para colocar a nueva cuenta sus manos dentro de los bolsillos de su saco y volvería a fijar su vista en el espectáculo sonriente, por alguna razón sentía que a partir de ese instante cosas buenas pasarían, aunque eran puras suposiciones propias, claro, pero era inevitable para alguien como el pensar siempre de esa forma y sobre todo con un ambiente tan acogedor, después de todo aquel hombre se trataba del legendario Rey de los Caballeros, Arthur Pendragon, o como le gustaba que lo llamasen actualmente: Saber.
Si, el legendario Rey de Camelot ahora era un "espíritu heroico" y estaba en el plano físico para cumplir una misión en especial, una tarea nada sencilla que requería de todas sus habilidades y sobre todo compañeros que le cubrieran las espaldas, quizás por esa razón se encontraba en ese lugar, quizás con suerte encuentre preciados compañeros que le ayuden a alcanzar aquel tan anhelado Grial para que su deseo se vuelva realidad, un deseo que calmaría toda la culpa y sufrimiento que le comía por dentro, no se iba a detener hasta cumplir su objetivo, después de todo el es todo lo que dicen las leyendas, incluso más.
Se relajo un poco, no era el momento más apropiado para pensar en esas cosas, así que cerro sus luceros, soltó un leve suspiro de sus labios y relajo su cuerpo, solo se dispondría a disfrutar de aquella buena música, en sus tiempos de "vida" no había música tan buena, eso si lo podía asegurar, era una de las cosas que le gustaba de la época actual, eso y los múltiples medios de transporte —en especial las manos, se le daba bien manejarlas—, en fin, el rubio se limito a esperar a ver que más pasaría en aquella "bienvenida" que sin duda solo por las palabras de hermosa chica ya era bastante agradable.
Justo en el momento que la albina pronuncio aquellas palabras el rubio sonrío con amplitud y aplaudió, por alguna razón aquel lugar empezaba a parecer más un "hogar" o al menos así lo veía el, culminaría aquel aplauso para colocar a nueva cuenta sus manos dentro de los bolsillos de su saco y volvería a fijar su vista en el espectáculo sonriente, por alguna razón sentía que a partir de ese instante cosas buenas pasarían, aunque eran puras suposiciones propias, claro, pero era inevitable para alguien como el pensar siempre de esa forma y sobre todo con un ambiente tan acogedor, después de todo aquel hombre se trataba del legendario Rey de los Caballeros, Arthur Pendragon, o como le gustaba que lo llamasen actualmente: Saber.
Si, el legendario Rey de Camelot ahora era un "espíritu heroico" y estaba en el plano físico para cumplir una misión en especial, una tarea nada sencilla que requería de todas sus habilidades y sobre todo compañeros que le cubrieran las espaldas, quizás por esa razón se encontraba en ese lugar, quizás con suerte encuentre preciados compañeros que le ayuden a alcanzar aquel tan anhelado Grial para que su deseo se vuelva realidad, un deseo que calmaría toda la culpa y sufrimiento que le comía por dentro, no se iba a detener hasta cumplir su objetivo, después de todo el es todo lo que dicen las leyendas, incluso más.
Se relajo un poco, no era el momento más apropiado para pensar en esas cosas, así que cerro sus luceros, soltó un leve suspiro de sus labios y relajo su cuerpo, solo se dispondría a disfrutar de aquella buena música, en sus tiempos de "vida" no había música tan buena, eso si lo podía asegurar, era una de las cosas que le gustaba de la época actual, eso y los múltiples medios de transporte —en especial las manos, se le daba bien manejarlas—, en fin, el rubio se limito a esperar a ver que más pasaría en aquella "bienvenida" que sin duda solo por las palabras de hermosa chica ya era bastante agradable.
The King Of Heroes- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 01/04/2014
Edad : 28
Localización : A donde el viento me lleve.
Re: ¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
Lo que más llamaba la atención de su ser, sin duda alguna era su extravagante cabello de tonos dorados, negruzcos y violáceos. Estaba sentado en un rincón de aquel acogedor salón escuchando la interpretación de aquella persona. Le gustaba.
Tenía sus ojos cerrados y una expresión de serenidad en su rostro. Aquel a quien en tiempos antiguos se lo conoció como "El Faraón" vestía como usualmente lo hacía en aquella época moderna: una chaqueta azul, pantalones azules de igual modo, un chaleco negro y zapatos de este mismo color. Una correa al rededor de su cuello, y una cadena que sujetaba un colgante en forma de pirámide con un extraño símbolo en medio terminaban su atuendo.
La melodía avanzaba, hasta que:
- ¡¡Bienvenidos sean todos!! Mis compañeros y ante todo… ¡Mis amigos!
Abrió sus ojos en ese entonces, dirigiéndolos hacia quien había dicho esas palabras. Dibujó una media sonrisa y al notar que la música seguía volvió a cerrarlos, no sin prestar atención a quienes también estaban a su al rededor.
- Definitivamente esto será interesante.- Pensó Yugi, para sí.
Tenía sus ojos cerrados y una expresión de serenidad en su rostro. Aquel a quien en tiempos antiguos se lo conoció como "El Faraón" vestía como usualmente lo hacía en aquella época moderna: una chaqueta azul, pantalones azules de igual modo, un chaleco negro y zapatos de este mismo color. Una correa al rededor de su cuello, y una cadena que sujetaba un colgante en forma de pirámide con un extraño símbolo en medio terminaban su atuendo.
La melodía avanzaba, hasta que:
- ¡¡Bienvenidos sean todos!! Mis compañeros y ante todo… ¡Mis amigos!
Abrió sus ojos en ese entonces, dirigiéndolos hacia quien había dicho esas palabras. Dibujó una media sonrisa y al notar que la música seguía volvió a cerrarlos, no sin prestar atención a quienes también estaban a su al rededor.
- Definitivamente esto será interesante.- Pensó Yugi, para sí.
Yami Yugi- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 12/04/2014
Re: ¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
Su mirada por unos minutos se posaron hacia un punto en donde se encontraban las butacas, en donde vio a un joven de cabello rubio que aplaudía con entusiasmo a la joven que interpretaba aquella melodía, y como no hacerlo ya que el tono de voz y la dulzura de aquel rostro hacía sentir al interlocutor la necesidad de relajarse.
En un momento sus ojos pasearon por la sala y vio a alguien con un atuendo muy llamativo y un look poco común para ella, sin embargo no pudo evitar un tic en su ojos derecho y pensar.
En un momento sus ojos pasearon por la sala y vio a alguien con un atuendo muy llamativo y un look poco común para ella, sin embargo no pudo evitar un tic en su ojos derecho y pensar.
~Yo pensando sobre una atuendo llamativo, es algo chistoso~
Una sonrisa se dibujó en su rostro por aquel pensamiento, volvió su vista para seguir observando a los presentes y esperando a que aquella joven artista siguiera deleitando a los presentes con otras canciones. Para la amazona esto le parecía extraño pero era algo que tampoco no le desagradaba, así que dándose cuenta que había una silla desocupada se procedió a sentar, tratando de que sus pasos no llamaran la atención.
Libra no Anais- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 11/04/2014
Edad : 37
Localización : China, Lushan
Re: ¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
**La música, uno de los lenguajes mas bellos, donde se conglomeran letras, palabras, frases, expresando un sinfín de emociones con tan solo una serie de diversos sonidos. Tal era la bella interpretación de aquella dama frente a la multitud, acompañada de aquella guitarra. En aquel sitio a penas habían acudido un puñado de personas, interesadas en conocer gente, tal vez, o solo para pasar el rato a solas, disfrutando del show. Pues su peculiar separación indicaba algo de tensión, o tal vez, eso era lo que aquel recién llegado notaba desde la entrada. Solo uno parecía entretenerse con la bella interpretación de aquella en el escenario, pues al término de aquel angelical cántico, sus aplausos se dejaron escuchar en la sala, en propia respuesta a la intérprete de que aquel arte ha sido de su agrado, sustituyendo a las palabras.
Desde aquella entrada, aquel observó en una sonriente e inocente mirada. Y acompañando al rubio en los aplausos, aumentando el ánimo y recompensa para la artista en escena. Solo dura un poco el agitar sus palmas una contra la otra, y retomar camino hacia alguno de los asientos disponibles, eran muchos, al parecer había llegado en tiempo y forma. De pantalones en café oscuro un poco ajustados, mas no entorpece su caminar ni incomoda al usuario, zapatos negros, una larga y blanca bata, con detalles en los bordes y puños de sus mangas en azul, sin olvidar algunos otros detalles mucho menores en amarillo, y no menos importante, una larga y azulada bufanda que cubre celosamente a su cuello, enroscándose en él. –Parece que todo esta muy animado… hehe… me entra el deseo de hacer lo mismo que ella…- susurró. Siguió su camino a través del lugar, con gran cuidado de no entorpecer la visión de los asistentes y se dirigió hacia la cocina –si es que hay alguna, quiero pensar que si- no tardó demasiado y al salir, lo hizo con un balde blanco de tamaño medio, sostenido con ambas manos. Pronto encontró un adecuado lugar en primera fila para poder apreciar mejor los cantos de la joven de blanca cabellera.
Ahí, el joven de azulada cabellera, sacó de su bolsillo derecho del pantalón una cuchara metálica, un poco mas gruesa que las soperas, abrió aquel balde y por un momento su rostro se iluminó, sus azulados orbes tratando de contener un llanto de alegria al ver el contenido… 5 litros de helado napolitano, fresa, chocolate y su favorito…. Vainilla. Solo para él, era una gran dicha la que sentía, ahora era disfrutar la música y su gran amor, su dulce y fría golosina. Hundio sin mas demora aquella cuchara en el contenido y comenzó a comer sin remordimiento en infantil expresión, a pesar de que su rostro, denotaba una edad de al menos 20 años. Su nívea piel en sus mejillas tomo un leve rubor con agrado, no podía ser mas perfecto para el chico a quien comúnmente conocían sus amigos como Kaito.**
Desde aquella entrada, aquel observó en una sonriente e inocente mirada. Y acompañando al rubio en los aplausos, aumentando el ánimo y recompensa para la artista en escena. Solo dura un poco el agitar sus palmas una contra la otra, y retomar camino hacia alguno de los asientos disponibles, eran muchos, al parecer había llegado en tiempo y forma. De pantalones en café oscuro un poco ajustados, mas no entorpece su caminar ni incomoda al usuario, zapatos negros, una larga y blanca bata, con detalles en los bordes y puños de sus mangas en azul, sin olvidar algunos otros detalles mucho menores en amarillo, y no menos importante, una larga y azulada bufanda que cubre celosamente a su cuello, enroscándose en él. –Parece que todo esta muy animado… hehe… me entra el deseo de hacer lo mismo que ella…- susurró. Siguió su camino a través del lugar, con gran cuidado de no entorpecer la visión de los asistentes y se dirigió hacia la cocina –si es que hay alguna, quiero pensar que si- no tardó demasiado y al salir, lo hizo con un balde blanco de tamaño medio, sostenido con ambas manos. Pronto encontró un adecuado lugar en primera fila para poder apreciar mejor los cantos de la joven de blanca cabellera.
Ahí, el joven de azulada cabellera, sacó de su bolsillo derecho del pantalón una cuchara metálica, un poco mas gruesa que las soperas, abrió aquel balde y por un momento su rostro se iluminó, sus azulados orbes tratando de contener un llanto de alegria al ver el contenido… 5 litros de helado napolitano, fresa, chocolate y su favorito…. Vainilla. Solo para él, era una gran dicha la que sentía, ahora era disfrutar la música y su gran amor, su dulce y fría golosina. Hundio sin mas demora aquella cuchara en el contenido y comenzó a comer sin remordimiento en infantil expresión, a pesar de que su rostro, denotaba una edad de al menos 20 años. Su nívea piel en sus mejillas tomo un leve rubor con agrado, no podía ser mas perfecto para el chico a quien comúnmente conocían sus amigos como Kaito.**
- Helado:
Re: ¡Rol Social para la bienvenida! (Libre)
Los pocos días en la Tierra no habían sido muy gratos para la “última hija de Krypton”, pues acostumbrarse a la vida humana sin duda era tarea difícil para los extraterrestres y ella se esforzaba mucho con la ayuda de su primo y los amigos de éste. Con el tiempo aprendió las costumbres, acciones y actividades humanas, se adhirió muy bien al mundo aunque le esperaba un largo camino por recorrer. Como Kara, se camuflaba entre los humanos como semejantes, mientras que como Supergirl, exponía su naturaleza kryptonina como una súper heroína y su sentido de la justicia muy bien desarrollado la llevaban a salvar a las personas alrededor del mundo junto a los demás héroes mundiales.
Trabajo complicado ser dos personas al mismo tiempo, un individuo que nunca será y otro con el cual jamás residirá aceptada; pero eso no impedía su felicidad, comodidad e intentaba disfrutar su longevo tiempo al máximo. Siempre apaciguada mentalmente que adornaba su joven rostro en delicada belleza, aunque su fría y penetrante mirada dictaban lo contrario junto a su voluptuoso y excedido cuerpo musculoso que la hacían parecer una luchadora de los programas de televisión.
Después un día agitado, la joven alíen con su corto cabello dorado bien acomodado, orbes zafiro con su habitual mirada seria y vestimenta sencilla conformada de una blusa roja, zapatillas, pantalón y gabán negro; se acercó al teatro y aunque la actividad ya tenía horas de comenzada se adentró en el recinto, pasó por un costado de las sillas y en su caminar observó a todas personas las personas sin olvidar absolutamente a nadie y notó a algunos con fisionomías muy extravagantes que resaltaban, finalmente se sentó en primera fila a la derecha de un joven de cabello azul que sostenía un gran recipiente de helado, por un momento pensó en saludarle pues no le conocía y silente se apropió en el asiento.
Al kilometro del teatro fácilmente había escuchado la melodía de la joven cantante, no se comparaba con las sinfonías que solía escuchar en Krypton, mas le complacía colocar su agudo sentido de la escucha en las cuerdas vocales de la joven Mirajane y del instrumento que manipulaba con agilidad.
Trabajo complicado ser dos personas al mismo tiempo, un individuo que nunca será y otro con el cual jamás residirá aceptada; pero eso no impedía su felicidad, comodidad e intentaba disfrutar su longevo tiempo al máximo. Siempre apaciguada mentalmente que adornaba su joven rostro en delicada belleza, aunque su fría y penetrante mirada dictaban lo contrario junto a su voluptuoso y excedido cuerpo musculoso que la hacían parecer una luchadora de los programas de televisión.
Después un día agitado, la joven alíen con su corto cabello dorado bien acomodado, orbes zafiro con su habitual mirada seria y vestimenta sencilla conformada de una blusa roja, zapatillas, pantalón y gabán negro; se acercó al teatro y aunque la actividad ya tenía horas de comenzada se adentró en el recinto, pasó por un costado de las sillas y en su caminar observó a todas personas las personas sin olvidar absolutamente a nadie y notó a algunos con fisionomías muy extravagantes que resaltaban, finalmente se sentó en primera fila a la derecha de un joven de cabello azul que sostenía un gran recipiente de helado, por un momento pensó en saludarle pues no le conocía y silente se apropió en el asiento.
Al kilometro del teatro fácilmente había escuchado la melodía de la joven cantante, no se comparaba con las sinfonías que solía escuchar en Krypton, mas le complacía colocar su agudo sentido de la escucha en las cuerdas vocales de la joven Mirajane y del instrumento que manipulaba con agilidad.
Supergirl- Mensajes : 12
Fecha de inscripción : 14/04/2014
Edad : 25
Localización : Santuario acuático kryptoniano
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