Kaito Shion Vs. Barugo no Shaka
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ONE WORLD SYNDICATE :: Rol on. :: Peleas
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Kaito Shion Vs. Barugo no Shaka
Modalidad: Blast.
Lugar: Mordor .
Área: La Montaña del Destino (en sus faldas).
Clima: Inicialmente 37°C- máxima 40°C, vientos de 15 km/kr.
Turnos: Kaito Shion – Barugo no Shaka.
Obstáculos: Terreno rocoso, ríos de lava.
Lugar: Mordor .
Área: La Montaña del Destino (en sus faldas).
Clima: Inicialmente 37°C- máxima 40°C, vientos de 15 km/kr.
Turnos: Kaito Shion – Barugo no Shaka.
Obstáculos: Terreno rocoso, ríos de lava.
~ Rol On: ~
**Ha pasado un tiempo viviendo en aquel extraño mundo, ha podido acostumbrarse tanto hasta llegar a considerar aquel sitio como un segundo hogar… Se ha dado el anuncio, unos juegos especiales para unos cuantos. Lleno de curiosidad se dirigió desde las tierras en donde residía hasta ingresar en el coliseo de aquella tierra extraña. La pesadez en el aire podía sentirse, parecía que se aproximaban tiempos agitados, o al menos ese fue su sentir.
Vistiendo de elegantes y refinados atuendos: pantalones y zapatos negros, camisa blanca, mientras que en torno a su cuello se enroscaba una corbatilla tipo olanés, adornada con un broche de una rosa azulada, así mismo, un largo abrigo de negro azabache con bordados en hilo dorado y azul, que cae hasta por debajo de sus rodillas, un conjunto que cualquiera reconocería perteneciente al siglo XVIII. Con la aparente edad de 20 años llegó al sitio, una altura de al menos 1.76 mts y blanca tez; llego al sitio indicado, entró a uno de los distintos cuartos que aguardaban pacientemente, albergando aquella mesa en su centro con la carta correspondiente y 12 enigmáticas puertas. Sus orbes celestes inspeccionaron cuidadosamente el interior, más su atención se centró en la mesa con aquella carta y sin dudarlo la abrió leyendo el contenido en esta, además de ser marcada con el número según indicado en el cuerpo del escrito: el número 4.
Inmediatamente se abrió el portal mencionado, fue lo suficientemente grande como para dejar pasar al joven Kaito, aquel sin titubeo y con frívola expresión se adentro en tal pasaje hasta encontrarse en un mundo lleno de oscuridad. ”Tierra negra”, era el significado dado según la antigua lengua de los elfos. Una tierra prohibida, donde las mas temibles criaturas habitan y se sobreponen ante las adversidades de aquel oscuro territorio, entre ellos el complicado terreno, el clima, que resulta bastante inestable. Delimitado por una larga cadena de escarpadas y filosas montañas de solido granito que rodean al país, su único acceso a pie es por el norte, en una abertura donde se corta aquella cordillera, sin embargo, la obstruye una inmensa puerta de hierro bien vigilada por las fuerzas del señor oscuro, donde un par de torres a sus costados sirven como sustento principal de estas puertas, conocidos también como los Dientes de Mordor. Tras aquellas solidas puertas, se halla una meseta donde orcos, trols, olog-hai’s (trols creados por el señor oscuro), rondan, aunque en menor medida tras la consumación de ”La Guerra del Anillo”, ya que en aquella época abundaban por millares, ahora solo algunos cientos, de los que sobrevivieron y se reprodujeron con pocas probabilidades de éxito; aunque sin duda, aun armados con el equipamiento de aquellos tiempos.
Sobre aquella vasta meseta el portal envió al muchacho de elegantes atuendos, posando sus pies con gran tranquilidad en el oscuro suelo cubierto de ceniza. Dio media vuelta al estar inspeccionando el lugar previo a dar inicio con la contienda la cual había decidido aceptar el reto, y para su sorpresa pudo vislumbrar aquel imponente volcán que sobresalía del final de aquella meseta, aun activo, cuyo material incandescente baja desde el cráter y sus laderas, hasta las llanuras de las inmediaciones, formando ríos de lava y fuego que sobresale su irradiante anaranjado entre la oscura roca en una mezcla perfecta entre la oscuridad y la belleza natural. Quizá el máximo símbolo de poder y violencia, centrado en toda la región; cuyas proporciones abarcan mas allá de los común… cualquiera diría que aquella montaña de fuego tiene más edad que el tiempo del hombre sobre la tierra, es posible que incluso desde la creación de la misma, aunque ahora, parece de menor tamaño a como lo fue. La mayoría de los habitantes de aquella tierra le conocen como, La Montaña del Destino: posiblemente el corazón del sitio y donde se llevó a cabo la forja del anillo de poder: “El anillo Único”, con el poder de regir sobre los otros 19 anillos y sus portadores.
Claramente se podía percibir una gran concentración de gases en el aire, cubriendo los azulados cielos, tornando más sombrío al paisaje, obstaculizando los cálidos rayos del soberano del firmamento y opacar su brillo, tan solo en raras y muy limitadas ocasiones durante el día logan colarse algunos entre el espesor de las negras nubes de combustión, mas no el tiempo suficiente para iluminar sus caminos, y a cada paso que se da al adentrarse, se es más propenso a encontrar el peligro y hasta la muerte misma, con un movimiento en falso para quienes se aventuren a estas hostiles tierras de Mordor.
-Cómo odio estos climas… cálidos.- mencionó en suave y ligeramente irritado, guardando la precaución de no ser escuchado por aquellas oscuras criaturas; al percibir el clima que rondaba por los 37°C, no quería lidiar con aquellos por el momento, sería una pérdida de tiempo y energía, esperaba un pez mas gordo. Instantáneamente, aquella carta que aun sostenía en su mano emitió un leve destello transformándose involuntariamente a los deseos del joven, en un brazalete que se posa sobre su brazo izquierdo. Aquel desvió su mirada por un instante para apreciar aquel suceso con indiferencia. –Mientras no me impida desenvolverme en la contienda, supongo que no habrá problema…- agregó en el mismo tono de voz.
Cálidas y suaves brisas acariciaron su azulada y corta cabellera, que era la única en sobresalir en aquel sombrío paisaje, pues gracias a su atuendo, apenas lograba mimetizarse en la oscuridad, a pesar de no ser el mas indicado como para encontrarse ahí… Con un 100% de su mana, disponible a uso y voluntad del joven noble, sus 5 sentidos al máximo y al pendiente de cada movimiento cercano en un radio de 1 km y lograr reaccionar oportunamente; aquel aguardó, así mismo su tranquilidad permaneció inmutable junto con su rostro carente de toda emoción, al igual que su mente, mediante profundas respiraciones a pesar de la pesada atmosfera que se percibe; su espíritu permaneció de la misma forma, logrando una simbiosis perfecta con el entorno, fundiéndose con éste y sin la necesidad de generar gasto energético. Así aguardo con paciencia, mientras tanto, el pesado aire que apenas podía respirarse, se inundo de algunos espeluznantes sonidos: de los que sobresalen el rugido de aquel volcán en constante actividad y algunos más débiles, pertenecientes a tal vez algún grupo de orcos o tal vez trols que se encuentran en los alrededores.**
Vistiendo de elegantes y refinados atuendos: pantalones y zapatos negros, camisa blanca, mientras que en torno a su cuello se enroscaba una corbatilla tipo olanés, adornada con un broche de una rosa azulada, así mismo, un largo abrigo de negro azabache con bordados en hilo dorado y azul, que cae hasta por debajo de sus rodillas, un conjunto que cualquiera reconocería perteneciente al siglo XVIII. Con la aparente edad de 20 años llegó al sitio, una altura de al menos 1.76 mts y blanca tez; llego al sitio indicado, entró a uno de los distintos cuartos que aguardaban pacientemente, albergando aquella mesa en su centro con la carta correspondiente y 12 enigmáticas puertas. Sus orbes celestes inspeccionaron cuidadosamente el interior, más su atención se centró en la mesa con aquella carta y sin dudarlo la abrió leyendo el contenido en esta, además de ser marcada con el número según indicado en el cuerpo del escrito: el número 4.
Inmediatamente se abrió el portal mencionado, fue lo suficientemente grande como para dejar pasar al joven Kaito, aquel sin titubeo y con frívola expresión se adentro en tal pasaje hasta encontrarse en un mundo lleno de oscuridad. ”Tierra negra”, era el significado dado según la antigua lengua de los elfos. Una tierra prohibida, donde las mas temibles criaturas habitan y se sobreponen ante las adversidades de aquel oscuro territorio, entre ellos el complicado terreno, el clima, que resulta bastante inestable. Delimitado por una larga cadena de escarpadas y filosas montañas de solido granito que rodean al país, su único acceso a pie es por el norte, en una abertura donde se corta aquella cordillera, sin embargo, la obstruye una inmensa puerta de hierro bien vigilada por las fuerzas del señor oscuro, donde un par de torres a sus costados sirven como sustento principal de estas puertas, conocidos también como los Dientes de Mordor. Tras aquellas solidas puertas, se halla una meseta donde orcos, trols, olog-hai’s (trols creados por el señor oscuro), rondan, aunque en menor medida tras la consumación de ”La Guerra del Anillo”, ya que en aquella época abundaban por millares, ahora solo algunos cientos, de los que sobrevivieron y se reprodujeron con pocas probabilidades de éxito; aunque sin duda, aun armados con el equipamiento de aquellos tiempos.
Sobre aquella vasta meseta el portal envió al muchacho de elegantes atuendos, posando sus pies con gran tranquilidad en el oscuro suelo cubierto de ceniza. Dio media vuelta al estar inspeccionando el lugar previo a dar inicio con la contienda la cual había decidido aceptar el reto, y para su sorpresa pudo vislumbrar aquel imponente volcán que sobresalía del final de aquella meseta, aun activo, cuyo material incandescente baja desde el cráter y sus laderas, hasta las llanuras de las inmediaciones, formando ríos de lava y fuego que sobresale su irradiante anaranjado entre la oscura roca en una mezcla perfecta entre la oscuridad y la belleza natural. Quizá el máximo símbolo de poder y violencia, centrado en toda la región; cuyas proporciones abarcan mas allá de los común… cualquiera diría que aquella montaña de fuego tiene más edad que el tiempo del hombre sobre la tierra, es posible que incluso desde la creación de la misma, aunque ahora, parece de menor tamaño a como lo fue. La mayoría de los habitantes de aquella tierra le conocen como, La Montaña del Destino: posiblemente el corazón del sitio y donde se llevó a cabo la forja del anillo de poder: “El anillo Único”, con el poder de regir sobre los otros 19 anillos y sus portadores.
Claramente se podía percibir una gran concentración de gases en el aire, cubriendo los azulados cielos, tornando más sombrío al paisaje, obstaculizando los cálidos rayos del soberano del firmamento y opacar su brillo, tan solo en raras y muy limitadas ocasiones durante el día logan colarse algunos entre el espesor de las negras nubes de combustión, mas no el tiempo suficiente para iluminar sus caminos, y a cada paso que se da al adentrarse, se es más propenso a encontrar el peligro y hasta la muerte misma, con un movimiento en falso para quienes se aventuren a estas hostiles tierras de Mordor.
-Cómo odio estos climas… cálidos.- mencionó en suave y ligeramente irritado, guardando la precaución de no ser escuchado por aquellas oscuras criaturas; al percibir el clima que rondaba por los 37°C, no quería lidiar con aquellos por el momento, sería una pérdida de tiempo y energía, esperaba un pez mas gordo. Instantáneamente, aquella carta que aun sostenía en su mano emitió un leve destello transformándose involuntariamente a los deseos del joven, en un brazalete que se posa sobre su brazo izquierdo. Aquel desvió su mirada por un instante para apreciar aquel suceso con indiferencia. –Mientras no me impida desenvolverme en la contienda, supongo que no habrá problema…- agregó en el mismo tono de voz.
Cálidas y suaves brisas acariciaron su azulada y corta cabellera, que era la única en sobresalir en aquel sombrío paisaje, pues gracias a su atuendo, apenas lograba mimetizarse en la oscuridad, a pesar de no ser el mas indicado como para encontrarse ahí… Con un 100% de su mana, disponible a uso y voluntad del joven noble, sus 5 sentidos al máximo y al pendiente de cada movimiento cercano en un radio de 1 km y lograr reaccionar oportunamente; aquel aguardó, así mismo su tranquilidad permaneció inmutable junto con su rostro carente de toda emoción, al igual que su mente, mediante profundas respiraciones a pesar de la pesada atmosfera que se percibe; su espíritu permaneció de la misma forma, logrando una simbiosis perfecta con el entorno, fundiéndose con éste y sin la necesidad de generar gasto energético. Así aguardo con paciencia, mientras tanto, el pesado aire que apenas podía respirarse, se inundo de algunos espeluznantes sonidos: de los que sobresalen el rugido de aquel volcán en constante actividad y algunos más débiles, pertenecientes a tal vez algún grupo de orcos o tal vez trols que se encuentran en los alrededores.**
Re: Kaito Shion Vs. Barugo no Shaka
** De entre todos los lugares, era ese, el sitio del absoluto lóbrego. Un instante de muerte y azufre cubría aquellas nubes. Los paisajes muertos atestados de magma, llanto y dolor de todas esas guerras que ahí, en ese sitio, pudieron haber sucedido. Los carentes puntos de vida eran totalmente evidentes, pues, a decir verdad lo único visible en este lugar era el sufrimiento incesante en el cual se podía en cierta medida experimentar. Ya era demasiado tarde, ya no había nada que hacer, ir hacia atrás ya no se prestaba como una opción. Los gases y la podredumbre del lugar era toda la geografía que se podía, en su máxima expresión, apreciar.
Pasado un transcurso no muy largo de tiempo, de lo más recóndito y entrañable del sitio, se comenzaba a generarse rasgados en el espacio-tiempo, un destello de electricidad empezaba a generarse en lo levito de los aires. Estas descargas poco particulares, ambiguas y a destiempo se generaban poco a poco con más fuerza. Los aires retumbaban y las tierras empezaban a conmocionar cediendo ante el suceso que se venía ante ello. El vaivén de todo esta calurosa zona generaba variedad de impedimentos para el buen desarrollo de un combate, pero era ese el lugar, el destino, el espacio donde las cosas tendrían un final o un nuevo comienzo.
De pronto en el momento menos esperado y con una fuerza magna, los aires empezaban a descontrolarse y en un instante un estallido de energia generaba un colapso en este sector. Un portal se había desatado en una pequeña montaña de mordor, y la energia que emanaba era abrumadora y atestada de luz de tez dorado. Inmerso en las entrañas de este portar emprendería a germinar con un ímpetu opresor un ser de cosmos realmente poderoso. La intensidad de energías que chocaban era tan notoria que, cuando este ente lograba penetrar en mordor todo en su entorno empezaría a cambiar drásticamente, el ambiente se sentía más pesado y la oscuridad que caracterizaba el sitio desaparecía por completo, esto debido a la luminiscencia que desprendía su exuberante cosmos dorado. Se avistaba como del portal escapa envuelto en una cúpula de energía levitante, un joven de cabellos largos y dorados. Su rostro bañado con la belleza de los mismos dioses, pues sus facciones eran totalmente divinas; sus ojos azules aunque era casi imposible divisar sus orbes, pues, la mayor parte del tiempo posee los mismo cerrados, aguardando su energia, privándose del mismo en caso de encontrarse en aprietos. Acompañándole fielmente llevaba una dorada indumentaria, la armadura de virgo, la misma que le daba el sustento y variedad de beneficios, la misma que lo cubría desde su cuello hasta sus pies, exceptuando una parte entre su antebrazo y sus muslos, pues, hasta su rostro estaba cubierto con un yelmo de oro de la misma Cloth. En sus manos, como si fuese poco llevaba un rosario con 108 esferas, uno de sus fieles compañeros en batalla.
Shaka, ya encontrándose en mordon sentia como aquella tarjeta se convertía en un brazalete que instantáneamente se sujetaba a su muñeca derecha. Sin dar menos que un chasquido de dedos, pudo en lo lejos del sitio ubicar a su oponente, pues el grandioso ser posee una percepción extrasensorial impresionante. Pudo detectar como su oponente se encontraba a 200M de su presencia. Una pequeña sonrisa escapaba de su rostro mientras agitaba su collar con mucha mesura. Luego, en un instante lograba musitar con voz fuerte y esperando que el eco hiciese de las suyas las siguientes palabras – La verdad es inmensamente profunda y al mismo tiempo gloriosa, ahora que estas ante mi se te ha dado la oportunidad de verla. En mi rostro se refleja la entrada al otro mundo… ¿Estás listo? – Al término de estas palabras, shaka, sin esperar más, empezaría a emanar un 3% de su cosmos, el mismo empezaría a envolverle y expandirse con gran rapidez en el sitio, la misma viajaría a una velocidad de 10m/s tomando dirección a donde se encontraba el ente adverso a shaka. Al igual que activaría con 1% las habilidades de su armadura, el sustento de la misma se generaba cada dos turno un gasto de otro 1% de energía, es decir, cada 2 turnos la armadura gasta otro 1% de energia para sostener sus habilidades.
En la continuidad de sucesos, el 3% de energia de shaka se potencializaba inmediatamente, esto gracias al fortalecimiento que se le es dada debido a la armadura y su habilidad de aumentar la energía y las habilidades. Cabe aportar que la energia expedida por el santo de oro no se desvanecería, ni desaparecería, pues, de este 3% un 1% se usaría para su sustento en el campo (Ya a sabiendas que la energía esta potencializada gracias a la armadura) Los efectos empezarían a desatarse en la brevedad del caso, El cosmos empezaría a devastar algunas piedras, destruyendo los atomos que hay en ellas, otras por lo contrario flotarían por los aires y al tiempo estallarían. La gravedad era afectada en una pequeña medida, pues el ambiente se sentía aún más pesado haciendo que para cualquiera ajeno a este cosmos se le dificultase la movilidad. A la espera de la respuesta del adversario, shaka promulgaría una risa burlona**
Pasado un transcurso no muy largo de tiempo, de lo más recóndito y entrañable del sitio, se comenzaba a generarse rasgados en el espacio-tiempo, un destello de electricidad empezaba a generarse en lo levito de los aires. Estas descargas poco particulares, ambiguas y a destiempo se generaban poco a poco con más fuerza. Los aires retumbaban y las tierras empezaban a conmocionar cediendo ante el suceso que se venía ante ello. El vaivén de todo esta calurosa zona generaba variedad de impedimentos para el buen desarrollo de un combate, pero era ese el lugar, el destino, el espacio donde las cosas tendrían un final o un nuevo comienzo.
De pronto en el momento menos esperado y con una fuerza magna, los aires empezaban a descontrolarse y en un instante un estallido de energia generaba un colapso en este sector. Un portal se había desatado en una pequeña montaña de mordor, y la energia que emanaba era abrumadora y atestada de luz de tez dorado. Inmerso en las entrañas de este portar emprendería a germinar con un ímpetu opresor un ser de cosmos realmente poderoso. La intensidad de energías que chocaban era tan notoria que, cuando este ente lograba penetrar en mordor todo en su entorno empezaría a cambiar drásticamente, el ambiente se sentía más pesado y la oscuridad que caracterizaba el sitio desaparecía por completo, esto debido a la luminiscencia que desprendía su exuberante cosmos dorado. Se avistaba como del portal escapa envuelto en una cúpula de energía levitante, un joven de cabellos largos y dorados. Su rostro bañado con la belleza de los mismos dioses, pues sus facciones eran totalmente divinas; sus ojos azules aunque era casi imposible divisar sus orbes, pues, la mayor parte del tiempo posee los mismo cerrados, aguardando su energia, privándose del mismo en caso de encontrarse en aprietos. Acompañándole fielmente llevaba una dorada indumentaria, la armadura de virgo, la misma que le daba el sustento y variedad de beneficios, la misma que lo cubría desde su cuello hasta sus pies, exceptuando una parte entre su antebrazo y sus muslos, pues, hasta su rostro estaba cubierto con un yelmo de oro de la misma Cloth. En sus manos, como si fuese poco llevaba un rosario con 108 esferas, uno de sus fieles compañeros en batalla.
Shaka, ya encontrándose en mordon sentia como aquella tarjeta se convertía en un brazalete que instantáneamente se sujetaba a su muñeca derecha. Sin dar menos que un chasquido de dedos, pudo en lo lejos del sitio ubicar a su oponente, pues el grandioso ser posee una percepción extrasensorial impresionante. Pudo detectar como su oponente se encontraba a 200M de su presencia. Una pequeña sonrisa escapaba de su rostro mientras agitaba su collar con mucha mesura. Luego, en un instante lograba musitar con voz fuerte y esperando que el eco hiciese de las suyas las siguientes palabras – La verdad es inmensamente profunda y al mismo tiempo gloriosa, ahora que estas ante mi se te ha dado la oportunidad de verla. En mi rostro se refleja la entrada al otro mundo… ¿Estás listo? – Al término de estas palabras, shaka, sin esperar más, empezaría a emanar un 3% de su cosmos, el mismo empezaría a envolverle y expandirse con gran rapidez en el sitio, la misma viajaría a una velocidad de 10m/s tomando dirección a donde se encontraba el ente adverso a shaka. Al igual que activaría con 1% las habilidades de su armadura, el sustento de la misma se generaba cada dos turno un gasto de otro 1% de energía, es decir, cada 2 turnos la armadura gasta otro 1% de energia para sostener sus habilidades.
En la continuidad de sucesos, el 3% de energia de shaka se potencializaba inmediatamente, esto gracias al fortalecimiento que se le es dada debido a la armadura y su habilidad de aumentar la energía y las habilidades. Cabe aportar que la energia expedida por el santo de oro no se desvanecería, ni desaparecería, pues, de este 3% un 1% se usaría para su sustento en el campo (Ya a sabiendas que la energía esta potencializada gracias a la armadura) Los efectos empezarían a desatarse en la brevedad del caso, El cosmos empezaría a devastar algunas piedras, destruyendo los atomos que hay en ellas, otras por lo contrario flotarían por los aires y al tiempo estallarían. La gravedad era afectada en una pequeña medida, pues el ambiente se sentía aún más pesado haciendo que para cualquiera ajeno a este cosmos se le dificultase la movilidad. A la espera de la respuesta del adversario, shaka promulgaría una risa burlona**
Gasto de energia
Armadura: 1%
Shaka: 3%
Shaka- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 07/05/2014
Re: Kaito Shion Vs. Barugo no Shaka
**Ya era tarde, parecía que aquel que sería su oponente no llegaría, con profundo desinterés emprendió un leve paseo por los alrededores, sin dejar de estar atento al hostil entorno, hubo momentos en los que se detenía ocultándose tras algunas formaciones rocosas, lo suficientemente grandes como para hacerlo y evitar ser visto por las entidades vivientes de aquel lúgubre terreno. La aparente calma reinó por unos instantes, hasta que un leve disturbio en el sitio capto la atención del peli celeste, pues aquellas pausadas descargas que se mostraron a lo lejos, abrieron un portal que del mismo salió la reluciente figura de un hombre de divinas proporciones, emanando sin igual brillo. ¿Sería aquel, la segunda persona mencionada en la carta antes leída? Quien sabe, sin embargo, su rostro se mantuvo indiferente ante la llegada de aquel rubio hombre y de procedencia hindú. [Un budista con armadura… hmm…] pensó en una rápida deducción tras un inmediato proceso de análisis en su mente al instante de tener contacto visual, a pesar de la distancia que les separa, más que nada por aquel punto carmesí sobre su frente, [¿El tercer ojo?, el punto Shangen… un iluminado, ya veo…]. Esos fueron sus pensamientos al hacer acto de presencia aquel conocido como Shaka de Virgo, quien pronto recitó elocuentes palabras, aunque un tanto amenazantes hacia el elegante muchacho.
Kaito, ante el breve discurso del recién llegado, solo se limitó a no dar tanta importancia a las palabras del rubio, pues mientras aquel hablaba, de entre los pliegues dentro de su abrigo, sacó un reloj de bolsillo sujetado a una cadena de plata, el cual abrió para mirar la hora, era en verdad tarde, aquel le había hecho esperar poco mas de 15 minutos, esto en un pomposo y arrogante gesto, mas le importaba la hora a la que había sido citado en lugar de aquellas amenazantes palabras. Fue rápido aquella observación a su reloj, pues en apenas lo vio, volvió a guardarlo en su lugar mostrándose indiferente ante la intimidante presencia y poder que emanaban del contrario.
Aquel hombre hindú tomó la iniciativa, su poder comenzó a extenderse con velocidad, mientras tanto Kaito, pudo percibir con gran facilidad aquella extensión de dicho poder, se acercaba, va muy lenta, aunque un tanto agresiva, a pesar de la tranquilidad con la que es liberada. Sus parpados se cerraron vanidosamente, ocultando sus azulinos orbes en otra muestra de arrogancia, aunque esto no quería decir que no tomase en serio aquel abrupto desafío por parte del santo de oro. No tardó en abrirlos para dar una rápida observación ante lo que sucedía al paso de dicha onda de energía(si es que se puede decir así a lo realizado por el oponente), los efectos débiles que conllevaba, por lo cual no sufría ante ello daño alguno.
El galante caballero de oscura vestimenta, permitió que dicha energía le alcanzara, notando aquellas piedrecillas desintegrarse al levitar en el aire. Su cuerpo lo sentía rígido, ligeramente mas pesado, inmediatamente se dio cuenta de aquel efecto inmovilizador –Ya entiendo…- musitó para si mismo a la par en que invocó su maná al mantener su cuerpo, mente y espíritu en total sincronía y tranquilidad, lo cual y sin problema alguno, se inyectó con un 1% de este en una barrera en torno a su cuerpo y liberarse de aquel efecto que restringe sus movimientos, manteniendo aquel pequeño porcentaje sin dificultad y de duración indefinida, o hasta que ya no le sea necesario emplearla y que por lo pronto así permanecerá hasta que Kaito lo decida… Levantó su siniestra a la altura de su rostro, concentrando sin dificultad un 2% adicional de su maná, el cual fue materializado en una esfera azulada de 15 cm de diámetro, flotando sobre su palma, que en cuyo interior se aprecia una diminuta pero ansiosa y feroz danza energía, deseosa de salir del cautiverio. Donde a velocidad luz es soltada por voluntad del mago, dirigida a las alturas, donde su resplandor se pierde en la negrura de las oscuras nubes de Mordor.
Y tras alcanzar una altura de al menos 100 mts de altura sobre el suelo, aquella esfera se rompe liberando frenéticamente una gran cantidad de energía eléctrica, en un rayo mortal en veloz descenso (velocidad lumínica) hacia el caballero guardián de la sexta casa, con un grosor de al menos 50 cm de grosor aquel rayo. Sin embargo, este no vendría acompañado, sino que otros mas delgados y casi del mismo tamaño descienden de las alturas hacia el suelo, en una tormenta eléctrica que se extiende a 1 km a la redonda, dificultando el escape del oponente, pero no sería todo, sino que al tocar el suelo, aquellos relámpagos al tocar el suelo, además de violentas explosiones, en su primer contacto con el mismo, activarán las propiedades magnéticas de los minerales encontrados del oscuro país, generando una fuerza magnética sobre los metales ajenos (refiriéndose a la cloth de virgo que porta el oponente), equivalente a 10 G (10 veces la gravedad de la tierra), e intentar inmovilizarlo con esto en el mismo, mientras la tormenta eléctrica haría lo suyo. Que de ser alcanzado por el rayo principal y/o los demás recibirá fuertes cargas de al menos 100 mil watts, energía lo suficiente como para volver cenizas a cualquier ser, además portando aquel ropaje, de recibirlo el daño sería asegurado, ya que sin importar los materiales que la constituyen aquella posee un baño en oro, el metal mas dúctil de todos, que por ende facilitará la pronta electrocución de aquel. –No es de caballeros hacer esperar a los invitados, Monsieur…-
Cabe mencionar que la extensión de aquella tormenta es creada a conciencia por Kaito, pues sabiendo la gran cantidad de gases invernadero en el sitio, los cuales son suficientes en el ambiente, logran tal cometido, agrandando lo que sería una breve descarga a una tormenta completa que abarca toda aquella área mencionada. Todo esto en un par de segundos, donde aquella tormenta se mantiene frenética buscando eliminar al objetivo. Mientras tanto el joven de azulada cabellera espera atento, sin verse afectado por la misma tormenta que ha creado. –Sobrevive…- murmura con descaro e inexpresivo gesto sobre so rostro, esperando reacción del santo de oro.**
Kaito, ante el breve discurso del recién llegado, solo se limitó a no dar tanta importancia a las palabras del rubio, pues mientras aquel hablaba, de entre los pliegues dentro de su abrigo, sacó un reloj de bolsillo sujetado a una cadena de plata, el cual abrió para mirar la hora, era en verdad tarde, aquel le había hecho esperar poco mas de 15 minutos, esto en un pomposo y arrogante gesto, mas le importaba la hora a la que había sido citado en lugar de aquellas amenazantes palabras. Fue rápido aquella observación a su reloj, pues en apenas lo vio, volvió a guardarlo en su lugar mostrándose indiferente ante la intimidante presencia y poder que emanaban del contrario.
Aquel hombre hindú tomó la iniciativa, su poder comenzó a extenderse con velocidad, mientras tanto Kaito, pudo percibir con gran facilidad aquella extensión de dicho poder, se acercaba, va muy lenta, aunque un tanto agresiva, a pesar de la tranquilidad con la que es liberada. Sus parpados se cerraron vanidosamente, ocultando sus azulinos orbes en otra muestra de arrogancia, aunque esto no quería decir que no tomase en serio aquel abrupto desafío por parte del santo de oro. No tardó en abrirlos para dar una rápida observación ante lo que sucedía al paso de dicha onda de energía(si es que se puede decir así a lo realizado por el oponente), los efectos débiles que conllevaba, por lo cual no sufría ante ello daño alguno.
El galante caballero de oscura vestimenta, permitió que dicha energía le alcanzara, notando aquellas piedrecillas desintegrarse al levitar en el aire. Su cuerpo lo sentía rígido, ligeramente mas pesado, inmediatamente se dio cuenta de aquel efecto inmovilizador –Ya entiendo…- musitó para si mismo a la par en que invocó su maná al mantener su cuerpo, mente y espíritu en total sincronía y tranquilidad, lo cual y sin problema alguno, se inyectó con un 1% de este en una barrera en torno a su cuerpo y liberarse de aquel efecto que restringe sus movimientos, manteniendo aquel pequeño porcentaje sin dificultad y de duración indefinida, o hasta que ya no le sea necesario emplearla y que por lo pronto así permanecerá hasta que Kaito lo decida… Levantó su siniestra a la altura de su rostro, concentrando sin dificultad un 2% adicional de su maná, el cual fue materializado en una esfera azulada de 15 cm de diámetro, flotando sobre su palma, que en cuyo interior se aprecia una diminuta pero ansiosa y feroz danza energía, deseosa de salir del cautiverio. Donde a velocidad luz es soltada por voluntad del mago, dirigida a las alturas, donde su resplandor se pierde en la negrura de las oscuras nubes de Mordor.
Y tras alcanzar una altura de al menos 100 mts de altura sobre el suelo, aquella esfera se rompe liberando frenéticamente una gran cantidad de energía eléctrica, en un rayo mortal en veloz descenso (velocidad lumínica) hacia el caballero guardián de la sexta casa, con un grosor de al menos 50 cm de grosor aquel rayo. Sin embargo, este no vendría acompañado, sino que otros mas delgados y casi del mismo tamaño descienden de las alturas hacia el suelo, en una tormenta eléctrica que se extiende a 1 km a la redonda, dificultando el escape del oponente, pero no sería todo, sino que al tocar el suelo, aquellos relámpagos al tocar el suelo, además de violentas explosiones, en su primer contacto con el mismo, activarán las propiedades magnéticas de los minerales encontrados del oscuro país, generando una fuerza magnética sobre los metales ajenos (refiriéndose a la cloth de virgo que porta el oponente), equivalente a 10 G (10 veces la gravedad de la tierra), e intentar inmovilizarlo con esto en el mismo, mientras la tormenta eléctrica haría lo suyo. Que de ser alcanzado por el rayo principal y/o los demás recibirá fuertes cargas de al menos 100 mil watts, energía lo suficiente como para volver cenizas a cualquier ser, además portando aquel ropaje, de recibirlo el daño sería asegurado, ya que sin importar los materiales que la constituyen aquella posee un baño en oro, el metal mas dúctil de todos, que por ende facilitará la pronta electrocución de aquel. –No es de caballeros hacer esperar a los invitados, Monsieur…-
Cabe mencionar que la extensión de aquella tormenta es creada a conciencia por Kaito, pues sabiendo la gran cantidad de gases invernadero en el sitio, los cuales son suficientes en el ambiente, logran tal cometido, agrandando lo que sería una breve descarga a una tormenta completa que abarca toda aquella área mencionada. Todo esto en un par de segundos, donde aquella tormenta se mantiene frenética buscando eliminar al objetivo. Mientras tanto el joven de azulada cabellera espera atento, sin verse afectado por la misma tormenta que ha creado. –Sobrevive…- murmura con descaro e inexpresivo gesto sobre so rostro, esperando reacción del santo de oro.**
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