Libra No Dohko Vs. Barugo No Asmita.

por **Cygnus Hyoga** Mar Abr 15, 2014 12:10 am

Permítanme saludar a todos los integrantes de esta agrupación, este tema ha sido creado con la finalidad de recrear una batalla URM 2.0 para guía e ilustración de los miembros, tanto expertos, como también y más aún para los nuevos role players. Espero que este trabajo sea de completo agrado para todos. Sin más vamos a iniciar.

Escenario: El campo de batalla será una pradera, enorme, sin más obstáculos que piedras enormes colocadas todas de forma aleatoria sobre el terreno; con algo de hierba alta. Buen tiempo, es de día.

Turnos: Barugo no Asmita – Dhoko de Libra.

..::Rol Mode On::..

**El día luce esplendoroso con el florecer áureo que destella el astro sol; el viento y el conjunto de nubes le rinden tributo sumiso a esta dios que cumple su vigilia durante el acontecer diurno de la mitad de los hombres habitantes de la tierra. Un frio peregrino engendra un malestar siniestro que se desliza sigiloso por las vetustas rúas que conforman el santuario ateniense tratando de penetrar y crear duda y miseria sobre cada una de las mentes y almas dentro de este recinto. En aquel sendero que conlleva un inmenso graderío donde descansan doce templos zodiacales, el aguerrido guardián del sexto templo es quien gracias a sus dotes sensitivos se percata en primera instancia de aquel suceso, más a este parece no afectarle en lo absoluto, ni física y psíquicamente. Es así como de su acostumbrada posición de meditación este yergue su cuerpo para con pasos llenos de seguridad acaudillarse en la oscuridad de su templo guiándose por sus sentidos hasta la salida anterior para encaminarse en investigación de lo acaecido…

[Esto resulta ser serio, pues aquel presagio trae muerte envuelta en la presencia que atraviesa las doce casas.]

Menta de forma inmediata para apresurarse en su camino, más en las afueras del santuario algo parece suscitarse, algo misterioso que alerta los sentidos del ciego de nacimiento, el cual va vestido con su indumentaria dorada que lo cubre casi por completo reguardando sus órganos vitales, al son que su cabellera larga e indómita se mese conjunto a su capa blanquecina que le conjugan. Sus orbes permanecen cerrados y sin duda alguna para abrirlos pues con ellos solo denota oscuridad completa y desoladora, sostenido de su diestra va aquel rosario que es capaz de sellar las almas maléficas pertenecientes al inframundo. Sus pasos se adentran en la por las vías de Rodorio, un pueblo al pie del santuario que es protegido por la misma Athena y sus guardianes, sus pasos lo llevan a posarse a lo largo y ancho de una pradera de grandes porciones, un sitial plenamente hermoso y que al parecer ha sido residente de batallas anteriores, pues su geología revela tanto inmensas como pequeñas rocas colocadas indistintamente en el lugar, tal vez producto de la posible devastación ocurrida hace años atrás. Un verdor espeso que oculta el marrón de la tierra, entre flores de varios tonos que revelan la hermosura propia de la naturaleza.El cosmo del virgense se enciende ligeramente detallando en escazas partículas que se suspenden y esparcen en el aire, además de acumular una mínima parte de su energía para concentrar de mejor manera el resto de sentidos que son básicos, además del sexto y séptimo sentido del cual es usuario diestro.

- Sé que has podido sentir lo mismo que yo. Revélate de una vez-

Promulga en voz alta, lo suficiente para alertar a un desconocido de su presencia, mas sus sentidos alertas y su espíritu rebosante de paz gracias a su acostumbrada meditación, se inquietan nuevamente con un bizarro sentir que recorre su espina y termina en medio de su pecho, ciertamente el ambiente se promueve algo tenso y expectante pues lo próximo a acontecer puede ser completamente inusual**

por **The_Void** Miér Abr 16, 2014 2:36 pm

-Sus ojos se habían tornado totalmente sobre la vasta pradera que estaba ante su figura. Sentía el corazón henchido; algo había en el aire que no le gustaba estaba molestándolo de sobre manera, aún a pesar de que el día se prestaba para ser uno de esos días hermosos, tranquilos y felices; uno de esos días que disfrutaba en la compañía de sus más queridos amigos.

Dio un paso hacia delante. Los rayos del astro rey dieron con todo sobre su armadura dorada, y el fulgor fue tal que parecía que una estrella en toda su plenitud se encendió sobre aquella extensión de tierra, y de pronto, logró sentir otro cosmos; no sólo otro cosmos, sino que un brillo igual al que se desprendió de su figura copó el sitio-"¿Podría...ser?"-Pensó, y su ceño se frunció, a la par que inició una caminata pausada y tranquila hacia aquel destello de luz.

Su contrariedad radicaba de la desconfianza que sentía hacia aquella persona que presumía, pertenecía el cosmos que recién acababa de percibir-"¿Será esto lo que está perturbando mis sentidos...?"-Su mente hacia conjeturas rápidas hasta que escuchó su voz-...revélate de una vez-Exclamó el otro, y terminó con todas sus dudas, era Asmita.

Pronto estuvo frente al caballero de virgo; a diferencia de aquel, no traía capa alguna, lo que dejaba en plena evidencia los puños de las espadas que sobresalían por encima de sus hombros. Sus cabellos castaños estaban resguardados bajo el casco de su armadura y su mirada, oscura, se tornó aún más sombría cuando advirtió la presencia del rubio-¿Qué haces aquí...Asmita?...-Preguntó en un grave tono de voz y se quedó a una distancia, que consideró prudente, del otro Santo.-

por **Cygnus Hyoga** Vie Abr 18, 2014 8:11 pm

**Era completamente extraño este sentimiento ajeno a él y a su corazón, que si bien de cierta forma aborrece a los humanos, pues este, también lo es. Aquella sensación que se centraba en su pecho parecía asentarse con mayor fuerza al tiempo que su corazón empezaba a dar pálpitos más veloces. Enfiló su rostro hacia aquel que se acercaba con pasos finos y que finalmente se detuvo a cierta distancia, una sonrisa que daba a conocer un lado sínico se presentaba en su rostro al notar de quien se trata, y más aún el poder denotar claramente la singular figura que le caracteriza a él y su armadura, Asmita a pesar de ser llamado como ” El santo de mirada ausente” tiene la capacidad de sentir el estado, forma y posición de todo lo que se halle dentro de su entorno, en un vasto campo a la redonda.

-Dhoko, hace tiempo ya que no sabía de ti. ¿Has podido sentirlo?-

Respondió con cierta arrogancia, algo típico de su persona y más aún cuando este, ha sido alguien asocial… Pocas palabras había cruzado con anterioridad con el presente, pero ese no era motivo alguno de confianza. El céfiro nuevamente se entrometía para mecer sus mechones con desdén al tiempo justo que este colocaba una posición de manos sobre su pecho, una mudra para ser exactos la cual ayuda a discernir las dudas de la mente y el corazón de este santo…

-Al parecer debo centrarme en rechazar esta energía maligna.-

Promulga una vez más en espera de una respuesta concisa por parte del guardián del equilibrio en el santuario, al tiempo que levanta su diestra donde cuelga aquel rosario y coloca su siniestra en cierta posición de defensa al conjunto de sus piernas que le permitirán equilibrio absoluto y una reactividad inmediata ante cualquier posible embate sorpresivo o directo de su compañero de armas**

por **The_Void** Sáb Abr 19, 2014 3:06 am

-No hay más dudas en sus pensamientos; estaba claro del porque se encontraba en aquella encrucijada: ¿Atacar o no atacar a un camarada?...a aquel hombre no podía considerarlo hermano de armas, no podía hacerlo por el simple hecho de que no lo era; sabía que su convicción(la de Asmita) no era firme.

Sus párpados se cerraron; su corazón, latía presuroso, pero no por miedo, sino porque podía percibir la cercanía de una de esas batallas épicas que estremecerían los cimientos de la tierra misma-Creo que más bien, debes centrarte en despejar los demonios que acechan tu corazón, Asmita...-Musito, abriendo de nuevo los ojos, ahora con el ceño fruncido; una nueva corriente de aire se lanzó de nuevo sobre la pradera, con un embate más fuerte, produciendo un silbido tenue mientras pasaba por los espacios vacíos del lugar. Su cosmos comenzaba a encenderse aún más, sus músculos se tensaban, todo esto, sin que hubiese un cambio exterior importante.

-¿Crees que no sé de tus dudas hacia Athena...crees que no conozco el miedo que embarga tu corazón...?-Preguntó de nuevo, y la sensación en su pecho se agudizó por de más.-

por **Cygnus Hyoga** Lun Abr 21, 2014 11:02 pm

**La brisa acometía con su silbido de igual manera que aquel dorado de marrones cabellos se expresaba nuevamente tratando tal vez de comprender la postura extraña del virginal, al escucharlo deba a entender de cierta forma que lo conocía pero también que ignoraba mucho de aquel iluminado que hacía del santuario un mundo aparte a sus creencias y vivencias diarias, poco le importaba seguir ordenes de una deidad ilusa como la considera a Athena, o no le halla sentido alguno en defender a la humanidad corrupta y cegada por caprichos banales.

-Dudas dices, jum… La duda existe cuando se pueden seguir dos o más caminos. Athena está condenada a perder la guerra santa; una niña que se centra en el dolor no podrá dirigir un ejército como el nuestro.-

Le confiesa fríamente, ocultando por completo sus expresiones tal cual siempre se ha mostrado…

-Demonios en mi alma.- Se limitó a pronunciar al propagar una mínima porción de su energía en el ambiente, extendiendo su diestra como si tratase de señalar algo, para a continuación crear una ilusión de porciones humanas, donde un hombre actúa violentamente, golpeando a su familia, derramando sangre y odio dentro de quienes debería amar…

-Esto es lo que lo humanos consideran demonio… un hombre capaz de no sentir, un ser sin escrúpulos ni benevolencia. ¿De qué sirve salvar al hombre de sí mismo cuándo sus sentimientos se ven empañados por sus acciones?-

Pregunta manteniendo sus extremidades aún en guardia, y el dominio total de su equilibrio, preparando su cuerpo a una posible reacción por parte de su antagonista, que a pesar un dorado, y luchar bajo las mismas órdenes, no se le puede tomar como un enemigo común, ni como un pasatiempo**

por **The_Void** Lun Abr 21, 2014 11:43 pm

-Sus ojos se llenaron de una furia inmensa; no sentía aquello desde mucho tiempo atrás, y más porque no podía concebir que una persona considerada herramienta, camino para la salvación del mundo, dudase de esa forma de los sentimientos del hombre; de la capacidad de su Diosa.

Apretó la mandíbula, mientras más hablaba, más se llenaba de resolución; su cosmos le hinchaba el pecho, estaba a punto de salir a flote, hasta que su visión fue nublada por lo que pareció ser una ilusión, de hecho, él mismo logró percibir el cambió drástico desde un principio con una facilidad inmensa ya que sus sentidos estaban en sumo agudizados por la explosión de su energía. Entrecerró los párpados, sólo lo miraba a él, al Santo de Virgo; los puños cerrados, la mandíbula tensa, el ceño fruncido. Sabía de que iba toda aquella treta, pero su espíritu era más fuerte que eso.

De pronto, alzó la mano derecha, dejándola frente a su plexo, el brazo extendido, y casi automáticamente la lanzó de nuevo hacia el costado que le correspondía, liberando una mínima cantidad de cosmos en aquella acción, lo que causó una especie de fricción entre ambas energías, la de la ilusión y la suya, rompiendo con aquel espejismo casi de inmediato; su brazo, al moverse, causó un resplandor fortísimo que duró lo que dura un parpadeo-Es absurdo, totalmente absurdo...-Su voz parecía resonar con mayo gravedad ahora, y mientras continuaba evocando palabras, alzaba ambas manos, hasta dejarlas frente a su pecho; el hemisferio izquierdo de su cuerpo se adelantó, pies, manos, y sus piernas se flexionaron a medias-...una persona con sentimientos tan vacíos, simplemente, no existe más allá de lo que su propia conciencia le dicta...y termina juzgando a conveniencia que es lo justo o lo injusto...-

Tan pronto como culminó con aquello, comenzó una carrera rápida, en sumo veloz, que superaba los estándares de rapidez humana, ambos brazos hacia atrás, el torso perfilado hacia delante-¡Prepárate, Virgo...! ¡Eliminaré así sea a ostias las dudas que arropan tu corazón confundido!-Sus sentidos, atentos, su cosmos, ardiendo, cuando se hubo lo suficientemente cerca como para continuar con su accionar(cosa que sucedería rápido por la corta distancia que los separaba), se detuvo de golpe, usando la pierna izquierda para ello, y aprovechando el envión que llevaba, dejó lanzar la pierna derecha hacia la parte media baja del cuerpo de Asmita en una patada fuerte, recia, con una potencia medida, luego de alzar la mencionada extremidad, flexionar su rodilla y soltar dicha flexión.

Sabía que no era un movimiento que alguien común usaría contra aquel dorado, de hecho, conocía por demás los mantras que protegían al "Caballero más cercano a Dios", pero sabía muy bien lo que hacía, en cualquier caso, él resolvería que hacer; atento, resuelto y potente, exclamó al dirigir su golpe-¡Ha!.-

por **Cygnus Hyoga** Miér Abr 23, 2014 9:15 pm

**Sabía plenamente que aquella acción, aquella ilusión molestaría más antes que lograr que aquel de la balanza entendiese sus pensamientos, aquella ilusión no tenía efecto oculto alguno pues su intensión solo era mostrar el interior de Asmita, tal vez lo tomaría ofensivo dado la profunda devoción de aquel hacia la reencarnación de Athena, sin embargo de una u otra manera debía ser expuesto.

Plenamente podía sentir el cambio en la energía contraria, y la ira desbordante de su corazón que se realizaba en cada movimiento, en cada tensión muscular y más aún en el ladeo realizado con su brazo diestro con el cual anuló la ilusión presente, rompiéndola en mil pedazos como si de un cristal se tratase y que al sufrir la tensión de la gravedad, estos se iban transformando en polvo cósmico que se disipaban con el aire y apagaban su fulgor al mismo tiempo…

[Tal y como lo supuse]

Mentó apenas vio realizada la anulación de su débil ilusión, sonriendo nuevamente de forma tenue como respuesta a la incredulidad de sus palabras, analizando que tal ofensa podría desembocar en una feroz batalla, una guerra de mil días.

Cada uno de sus sentidos potenciado en plenitud y sobre todo la percepción aguda de su entorno lo que le facilitaba las cosas a pesar de su ceguera; es lo que le permite al practicante budista percibir nuevamente todas y cada una de las acciones de su contrario, podía notar claramente como este movía sus brazos y acomodaba su cuerpo para embestir…

Entonces aquel se confesó y a continuación lo hizo, arranco en carrera rauda como era esperado acortando la distancia que les separa en tan solo instantes y a una increíble velocidad, por mucho superior a la de los humanos y tal vez los santos de baja categoría; noto plenamente como este recogía su pierna diestra para arremeter en su contra, es entonces que al mismo tiempo y manteniendo su posición se limita en un movimientos ágil a flexionar su rodilla derecha hacia arriba con la velocidad y con la ayuda de su tensión muscular enfrentar con fuerzas fuera de serie, pero lo suficiente para resguardar con plenitud el cuadrante inferior de su cuerpo a donde le pretendían impactar; se mantenía de pie sobre su pierna izquierda además de al unísono del movimiento de su pierna, este colocaba sus manos centrándose en su pecho enfrentando sus palmas escasamente separadas, donde su cosmos se concentraba en cantidades ridículas, pero el resplandor que este producía era abrumador, haces de luz emanaban fuertemente en todas direcciones como si de estrellas fugases en miniatura se tratase, pareciendo que pronto se desprendería de ahí un ken devastador… Entonces recibió aquellas patadas sobre su defensa obligando a su cuerpo inclinarse hacia la izquierda muy levemente gracias a la fuerza de aquellos golpes de pie, para de esta forma amortiguarlos y anular su efecto y que el grito de arte marcial que lo acompañaba, se perdiese en su detrás junto al silbido del céfiro que lo precedió. Aquella inclinación no dejaba fuera de rango al guardián armado, más parecía acomodarlo de mejor manera…

-Tú serás eliminado.- Le respondió.**

por **The_Void** Vie Abr 25, 2014 11:03 pm

-Su ceño se frunció aún más, incluso, la piel de su tabique nasal lo hizo también. En efecto, la pierna elevada del dorado había absorbido la patada, pero no era suficiente, o al menos no lo sería para detener al joven tigre. Por la propia fuerza de su golpe, el impacto de su pierna con la ajena pareció generar un efecto rebote, por lo que su extremidad simplemente salió disparada hacia atrás con velocidad y su cuerpo entero siguió dicho impulso, causando un giro completo sobre su propio eje aún apoyado en la pierna izquierda-"Ya veremos..."-La velocidad de sus movimientos aumentaba progresivamente, pues su cosmos estaba a tal grado encendido que ya inclusive comenzaba a hacerse visible, rodeándolo de lo que parecía ser un aura dorada, esplendorosa, similar a la que se generó al rededor de su antagonista.

Durante el giro, flexionó la pierna izquierda, pero mantuvo la derecha extendida, por lo que, aunado a la distancia a la que se encontraba del santo de virgo, el movimiento de su cuerpo significó un barrido completo, de derecha a izquierda, destinado a talar, literalmente, al rubio, buscando afectar su equilibro; tumbarlo de bruces. El poder de sus golpes también iba en medida creciente y sus sentidos, sus sentidos estaban a groso modo despiertos, incluso podía percibir la forma en la que fluctuaba el cosmos de su adversario.

Quedó en la misma posición que antes, de frente a Asmita, sólo que básicamente agachado, con la pierna derecha extendida, los brazos en los costados recogidos por una flexión y con las manos cerradas en sólidos puños, sobre los cuales se concentraba una mayor cantidad de energía en comparación con la que también lo hacía en otros puntos de su cuerpo; atento, espectante.-

por **Cygnus Hyoga** Vie Abr 25, 2014 11:20 pm

** El impacto fue chocante, las fuerzas estaban a la par al momento del impacto de ambos guerreros provocando con estos una onda expansiva que como una nota musical se desliza y disipa del ambiente llevándose consigo el crujir metálico de las armaduras aunado al brillo chispeante que gracias a esta colisión se produce, levantado a la par una estela de polvo que ligera se pierde entre los movimientos de rebote de libra que sin pérdida de tiempo convierte nuevamente en un ataque mucho más potente que el anterior. Asmita se mantenía con su pierna defensa aún levantada notando como acrobáticamente su contrario cambiaba su ligera desventaja en un giro que eventualmente golpearía en un instante su pierna con la cual, este se mantenía de pie y lo sostenía por completo; sus manos acumulaban una irrisoria cantidad de energía entre sí que refulgía como una estrella brindado su luz con desdén.

[¡Vaya! que hábil.]

Dictamino para sí mismo al son que oprimía sus dedos y palmas presionando aquella energía para en menos de un parpadeo dejarla estallar eximiendo un fulgor denso que se despliega progresiva y extensamente por varios metros a la redonda e incluso podría notarse a distancia, resplandor que se desplazaría a la mismísima velocidad lumínica y que seguramente a tal corta distancia, menor a un metro podría cegar a Dhoko; dejando las manos del rubio completamente libres y listas a reaccionar, ¿Podrá Asmita librarse de aquella devastadora patada? El momento del impacto llega hasta la extremidad inferior izquierda del ciego, el crepitar metálico nuevamente sale a flote avasallando el ambiente intensamente pues se trata de un golpe lo suficientemente fuerte para restarle el equilibrio y su base para mantenerse en pie; su rostro refleja el dolor del golpe apenas ciñendo su frente y tensando su mandíbula al mismo tiempo que su pierna izquierda se deja llevar por el impulso de la derecha de su rival quedando su cuerpo varios centímetros en el aire y debido a la misma fuerza que lo golpea, este gira hasta colocarse de forma horizontal extendiendo su brazo izquierdo para apoyarse al tocar el piso y soportar el peso de su cuerpo para no dejarlo caer abruptamente al suelo. Acto seguido el resplandor cede su luz para esfumándose inmediatamente para dejar notar al virgense apoyado sobre su siniestra, y al mismo tiempo por efecto de aquel poder liberado, este caballero, entre destellos que lo rodean desaparece su figura por completo aparentando que se ha movido a un velocidad extrema… Todo el ambiente parece mantenerse de similar manera; sin embargo, desde el suelo y en la precisa ubicación del mismo libra quien ha acertado su golpe emergen siniestros 4 pares de brazos desde el mismo punto, con apariencia decadente, tratando de aprisionarlo en su ubicación; el primer par lo tomaría desde la parte trasera de su cintura para fijarlo al mismo suelo, el segundo par se extenderían hasta intentar rodear sus hombros por delante y asegurarse de manos por detrás del cuello, inmovilizando los brazos de Dhoko. El tercer y cuarto par se entrelazarían por sus rodillas respectivamente, sellando la fuerza y velocidad de sus movimientos en todo su cuerpo; estos brazos aplicarían la fuerza de diez hombres cada uno, facilitándole así a Asmita la posibilidad de una victoria certera. El ambiente torna su aroma denso y fétido al aparecer estos brazos, de igual forma desde la raíz de estas extremidades la tierra empieza a tornarse oscura y pantanosa, como si después de aprisionarlo tratasen de llevárselo a las profundidades de la tierra.

-Dhoko… Rindete, Dhoko… o tu alma será prisionera eternamente en el mismo infierno.-

Pronuncia con un tono sublime, como si indirectamente le dijera que se rindiese; entonces la efigie ilusoria de Asmita aparecería en otra posición, justamente sobre Dohko y retratado de cabeza, con su rostro indeleble mirando hacia el posible prisionero; sus piernas se hallaban recogidas, al tiempo que su puño siniestro se hallaba a medias extendido a no más de diez centímetros del rostro del castaño. Su brazo diestro en cúmulo de fuerza y energía se halla retraído, extendiéndose de un solo golpe para intentar impactar directamente en el rostro contrario esperando alguna posible reacción defensiva que se centrase en esta falsa efigie…Dado el momento justo, Asmita revelaría su verdadera posición, la original de la cual aparentaba trasladarse a otro sitial, más debido al corto lapso de inferencia de aquella ilusión, la cual no iría más allá de un segundo y que sus componentes (Brazos y Asmita) se movieran sónicamente, este aún se mantendría en el aire apoyado sobre su siniestra, con el torso ligeramente girando dándole el impulso suficiente a sus caderas como para abastecer una patada más veloz que el propio sonido siendo esta, realizada con su pierna derecha que mantenía flexionada gracias a la defensa montada anteriormente y que estiraría apenas antes de tratar impactarle directo en su abdomen y que sumado a la potencia que esta llevaría, sería capaz de causarle un prudente daño en la región media al de la balanza…

Su mandíbula aún se notaba tensa por las consecutivas acciones que a pesar de ser completamente sencillas para uno de su estirpe, no podían mitigar el dolor causado del recibir aquel golpe sobre su pierna izquierda y que al parecer le molestaría durante la batalla.**

por **The_Void** Sáb Abr 26, 2014 12:01 am

-"...¡¿Luz?!"-Pensó. Luego de sentir el contacto cantó victoria en sus adentros, pero la alegría fue efímera, pues, luego una luz inicua le estalló, literalmente, en los ojos, irritándolos, cegándolos por completo, y antes de que sus pupilas pudiesen adaptarse a la nueva claridad, esta se desvaneció dejándolo ante lo que parecía ser, verdaderamente, el inframundo.

Luego de recuperarse del destello, abrió los párpados más de lo que podía...estaba contrariado, y el hedor a miasma lo confundía aún más...-"¿Qué mier...a dónde diablos me arrastró?..."-pero su respuesta sería pronto respondida; tantos pensamientos encontrados le habían impedido moverse con rapidez y ver que unos brazos fantasmagóricos atrapaban a su rival, que había recibido su golpe y de paso, un grupo adicional de estos, se dirigían a una velocidad, que si bien, en ese momento, podía procesar, le era imposible contrarrestar en ese momento. Así pues, quedó atrapado, abrumado por la fuerza de la prensa que ejercieron las espectrales extremidades sobre cada parte de su cuerpo, en la misma posición en la que había culminado su anterior maniobra.

-"¿Qu...é está pasando aquí?...¿Serán acaso...ilu..."-Fue cuando sus pensamientos fueron detenidos por la voz del rubio, que, por si fuera poco, parecía ahora levitar, frente a él, de cabeza-¡Ugh!-Exclamó, asombrado-Dohko...Ríndete...-Dijo el santo de Virgo; su corazón palpitaba aún más, era el nerviosismo de fallar a su Diosa, el terror y la confusión de lo que ahora vivía y el fragor de la batalla lo que empujaba al motor de su cuerpo a reaccionar de tal forma...más, de pronto, una luz de esperanza; una llama se encendió en su alma...decirle a un caballero dorado que se rindiese, era el peor de los errores...su ceño se frunció, no tenía la más mínima idea de si aquello era un engaño o no, pero el cosmos que ya estaba acumulado en sus brazos, en su cuerpo en general, se acrecentó en un parpadeo; de hecho, ya estaba manifiesto en un aura radiante que lo parecía recubrir; así fue como, en el momento en que la ilusión de Asmita se llevó a cabo, se escuchó un rugido con una potencia abrumadora-¡ROOOAAAAAR!-Parecía ser un tigre, pero en realidad era el dorado de Libra que había exclamado, dejando salir todo aquel poder en la figura de cien dragones dorados que surgieron inmediatamente de su cuerpo, moviéndose a la velocidad de la misma luz, y cada uno con un poder sumamente destructivo...salieron hacia delante, sin ningún objetivo en específico, pero su cantidad, velocidad y el poder que estos poseían, era suficiente para considerar que, por la trayectoria que había tomado el cuerpo de Asmita, este sería, literalmente arrollado por los mismos, y de ser así, aquel ataque tendría el poder suficiente de destruir parcialmente su cloth dorada, herirlo gravemente o hasta quitarle la vida(de no evadirlo, lógicamente).

El sonido generado por aquella arremetida era envolvente; la tierra, las plantas, todo al rededor de unos 60 metros delante de Dohko parecía haber sido arrasado por una tormenta desoladora; él, aún semi agachado, jadeaba, mientras sus ojos buscaban la figura de su rival.-

por **Cygnus Hyoga** Mar Abr 29, 2014 9:35 pm

**Asmita esperaba lograr aquel golpe que causaría buen daño en el cuerpo de su antagonista y que debía debilitarlo a tal grado de dejarlo exhausto y lacerado en su abdomen. Pero bastó tan solo un parpadeo para que la reacción del de la balanza el que acabara con la embestida. El cosmo de aquel brillama intensamente circulando por todo su cuerpo, pero lo que realmente sorprendió al virginal fue como aquellos dragones dorados los cuales parecían incontables se desprendieron desde la humanidad del de marrones mechones, desechando al mismo tiempo aquel efecto de la ilusión recreada por Asmita; los espectrales brazos que sostenían a Dohko desaparecieron en el fragor y luminiscencia de su técnica desintegrándolos por completo dejando pequeños rastros de energía que se perdieron segundos después de su contraataque. Era realmente increíble la forma como él había actuado pues Asmita esperaba haberlo pasmado, sin embargo no pudo lograrlo. Su rostro se tensó aún con más fuerza al instante que varios dragones dorados se desplazaban en su dirección, pues podía notar el movimiento de cada uno de ellos a pesar de moverse igual que la luz gracias a la disposición de su séptimo sentido…

[Demonios…]

Pronuncio con cierta desesperación en su mente al tiempo que el ambiente destellaba y cerca de su rostro la imagen aquellos seres legendarios lo iluminaban con la intensión no solo de herirlo, sino de matarlo y terminar de una vez con esta treta que les jugaba el destino o tal vez alguien ajeno a ellos… La reacción fue instantánea al esquivar aquella emancipación de poder apenas a unos centímetros de distancia, pues incluso un rastro de su imagen permanecía en el espacio dando la impresión de que un par de dragones atravesaban el cuerpo de Asmita, aquella estela de su efigie se borraba rauda como si de una proyección se tratase, dejando en su lugar y por completo el escenario que estaba a su detrás donde los cien dragones devastaron todo a su paso por un espacio prolongado, terminando completamente con la vegetación pero sobre todo dejando el suelo una grieta de magnas proporciones que va desde la ubicación del librano hasta 60 metros de distancia donde solo la tierra se levantaba creando una cortina que clarificaría solo con ayuda del viento y un poco de tiempo… Entonces ante la posición del atacante un pedazo de tela blanca se precipitaría lentamente dejándose llevar por un movimiento similar al de una hoja que cae para quedar a los pies de Dohko…

-Aquello fue realmente peligroso.-

Se escucha la voz del rubio dirigiéndose al portador de las armas, y donde su imagen reaparece 15 metros a su detrás. Este había hecho uso de una de las técnicas que pocos santos dorados poseen, se había teletransportado instantáneamente lo que le había librado del mortal embate. Aún llevaba su capa nívea con ligeros rasgos de suciedad dados los movimientos de ambos para exterminarse, sin embargo a esta, le hacía falta un trozo en su parte inferior, aquel fragmento que se hallaba a los pies de libra y que a pesar de su velocidad había sido desprendida de su indumentaria…

-Es hora de que esto termine aquí, y que tu alma sea restringida al infierno.-

Le advierte con una firme convicción de terminarlo. Entonces es cuando decido cambiar su forma de ataque para expandir su verdadera forma de lucha, se postra en el suelo de forma que sus piernas se cruzan, la derecha completamente flexionada hacia el pubis mientras la izquierda se asienta ligeramente flexionada hacia delante sobre su tobillo derecho, sus manos formarían un semicírculo resguardadas sobre su regazo uniendo sus pulgares y montando sus dedos, para en aquel instante abandonar la base del suelo y en plena concentración de una ligera porción de su energía, levitar. Ahora su cuerpo se halla a un metro sobre el piso concentrando su energía de forma concisa y excepcional en porciones medias. A la vez que su concentración mental le facilita el uso de sus poderes mentales, es entonces que proyecta un campo de telequinesis varios metros a la redonda de su posición con lo cual se vale de aquellas rocas que indistintamente se hallan en el campo, levantándolas y haciéndolas levitar conjuntamente a él atrayéndolas a su posición inmediatamente. así varias decenas de pierdas de indistintos tamaños lo rodean de cerca dando vueltas muy ágiles derredor de Asmita, esperando atento y expectante las acciones de su poderoso rival manteniéndose tan abismal, seguro y pacífico como solo el propio Buda pudiese.**

por **The_Void** Miér Abr 30, 2014 12:24 am

-Sus ojos, parecían dos esmeraldas sobre las que restallaba el sol; su propio cuerpo emitía una luz incandescente que abrumaba la del astro rey y al rededor de él todo era destrucción...había devastado el área, y al menos, en ese momento, no se veía imagen alguna de su enemigo, más sabía que este sobrevivía, podía percibir su cosmos.

Su rostro parecía más el de un felino al acecho, buscando tras la nube de polvo la figura del rubio, mientras un trozo de la capa de este caía a sus pies. Su cosmos estaba explotando; cada célula de su cuerpo, que para él, significaba una galaxia mínima en todo su haber, chocaban la una con la otra, haciendo que su energía fuese más maleable, óptima para su uso en la batalla-Lo supuse...-Habló; su voz era más gutural que antes-No iba a ser fácil derrotarte, Caballero de la duda...-Se puso de pie, quedando en una pose tranquila, con ambos brazos a los lados, pero algo había cambiado...el aura que lo rodeaba parecía darle a su armadura, aún más, la impresión de ser escamas, escamas de un dragón de oro que se cerraba sobre su propia figura.

De pronto, su cosmos explotó aún más, parecía que chocaban las constelaciones de Libra y de Virgo, una contra la otra...la hierba se movían por la confluencia de poderes que ahí se estaba dando a lugar. Y de pronto, su silueta se torno más grande, más poderosa, como si estuviese siendo invadido por un avatar. Fue cuando el otro santo dorado mencionó lo de enviarlo al infierno mientras se colocaba en posición de flor de loto-¿Al infierno...dices?...-en ese instante, elevó su diestra, y la llevó hacia el mango de la espada que sobresalía del hombro del mismo lado-Hablas de los humanos como si fuesen el error de los dioses, siempre juzgando, siempre haciéndole daño a quienes aman...pero tú, tú no eres demasiado diferente, por eso...-el sayo de la espada rechinó contra el filo de esta mientras el caballero de Libra la extraía. El sol dio contra ella, como si la hoja bebiera gota a gota los rayos de este, y se imbuía, a parte, del cosmos que le confería su portador-¡Atravesaré tu alma con esta espada y eliminaré todo rastro de duda en ti!-Tan pronto dijo eso, lanzó violentamente hacia su lado diestro la mano con la que empuñaba el arma, e inicio una carrera hacia la izquierda, manteniéndose en paralelo a la posición en la que se encontraba.

Pronto, su aceleración lo llevó a correr a la mismísima velocidad de la luz, por lo que su figura se había difuminado y esta se convirtió en principio en un as dorado que, saliendo del campo telequinético que había formado la mente de Asmita, comenzó a rodearlo, buscando ganar su espalda; entre tanto, dicho as de luz, comenzó a tomar la forma de un enorme dragón, que a cada paso que daba, comenzaba a elevarse del suelo, un enorme dragón a la usanza de la mitología oriental que serpenteaba en el aire y bordeaba la posición del Santo de Virgo, como esperando, al acecho, para atacarle, mientras su cosmos (el de Dohko) seguía acumulándose por todo su cuerpo, en especial luego de haberse liberado en parte para poder formar la figura de la bestia que lo rodeaba, que tenía un poder similar al que poseían los dragones de su anterior ataque.-

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